Se prevé que un poderoso ciclón azote India a primera hora del próximo miércoles, el segundo en menos de dos semanas, con las autoridades evacuando a más de un millón de personas en un momento en que la nación se enfrenta al peor brote mundial de COVID-19.
El ciclón Yaas, equivalente a un huracán de categoría 3, provocará fuertes lluvias en los estados orientales de Bengala Occidental y Odisha, con vientos de hasta 185 kilómetros por hora, según el Departamento Meteorológico de India. Los niveles del mar pueden aumentar cuatro metros por encima de las mareas regulares e inundar áreas bajas, apuntó.
Hasta ahora, Bengala Occidental ha trasladado a unas 900 mil personas a varios centros de ayuda, dijo este martes a la prensa Mamata Banerjee, la ministra en jefe del estado. Aproximadamente 370 mil personas, incluidos funcionarios del gobierno estatal, policía, oficiales del ejército, trabajadores de rehabilitación y voluntarios, están trabajando juntos para manejar la situación, agregó.
Más de 200 mil personas ya han sido trasladadas de las zonas costeras de Odisha a lugares más seguros y la operación aún continúa, dijo Pradeep Jena, secretario jefe adicional del estado en un mensaje de texto. También se están sellando y reforzando puertas y ventanas en los hospitales y las instalaciones COVID, apuntó. El gobierno ha identificado a más de 6 mil 500 mujeres embarazadas con fechas de parto antes del 1 de junio y las está trasladando a los hospitales como una prioridad.
La última tormenta sigue a un ciclón severo que azotó la costa oeste la semana pasada, el peor en más de dos décadas en el estado occidental de Gujarat, matando a decenas después de que una barcaza se hundiera en el mar. La región oriental fue azotada por un ciclón en mayo de 2020 con velocidades de viento similares, mientras que otro en 2019 llevó a las autoridades a evacuar a millones de personas.
El momento de la tormenta plantea varios desafíos para las autoridades ya estresadas en el país, que está luchando contra una segunda ola de la pandemia de coronavirus. Las infecciones han afectado al sistema de salud de la India y han abrumado los crematorios y hospitales. También se han extendido a las zonas rurales, donde vive aproximadamente 70 por ciento de los mil 300 millones de habitantes del país.
El ministro del Interior federal, Amit Shah, pidió a los gobiernos estatales que garanticen un respaldo de energía adecuado para los hospitales, laboratorios, cámaras frigoríficas de vacunas y otras instalaciones médicas, dijo el ministerio en un comunicado.
En ‘alerta máxima’
Puertos, refinerías y plantas estaban en alerta. Indian Oil, la refinería más grande del país, dejó de descargar petróleo crudo en Paradip en Odisha y pidió a los barcos que se alejaran 250 millas náuticas del camino del ciclón, según un portavoz.
El departamento meteorológico aconsejó a los pescadores que suspendieran las operaciones en la zona y regresaran de inmediato a la costa. La tormenta podría dañar casas y carreteras, interrumpir el movimiento de trenes e interrumpir los servicios de energía y telecomunicaciones, advirtió en un comunicado.
En la vecina Bangladesh, el gobierno ha preparado tres veces más refugios para tormentas de los que normalmente se necesitan para alojar a las personas evacuadas de las zonas costeras, dijo Enamur Rahman, ministro de estado para la gestión de desastres, pero el país no ve grandes daños por el ciclón, ya que es probable que se mueva hacia Odisha en India, previó.
Se les ha pedido a los exploradores de petróleo en la Bahía de Bengala que tomen todas las precauciones para mantener operaciones seguras, apuntó la Dirección General de Hidrocarburos en una publicación de Twitter. El ministro de Petróleo y Acero, Dharmendra Pradhan, dijo que, como medida de precaución, todas las principales unidades industriales de petróleo y acero a lo largo de la costa este operarán con un mínimo de mano de obra durante los próximos dos o tres días.
Las autoridades son cautelosas esta vez después de un accidente fatal la semana pasada. La Armada de la India recuperó 70 cuerpos después de que una barcaza y un remolcador, que trabajaba para la estatal Oil & Natural Gas, se hundieran tras el ciclón Tauktae que azotó la costa oeste el 17 de mayo. La Armada rescató a 188 personas, pero algunas siguen desaparecidas.