Somos fáciles de odiar; nos han descrito como menos patrióticos; algunos nos han acusado de matar el matrimonio. Investigaciones corporativas incluso nos han calificado oficialmente de “egocéntricos”. Sí, estoy hablando de los millennials.
Dado que este año los mayores de nuestra generación cumplen 40 años, me gustaría tomar un momento para destacar este esclarecedor artículo que muestra algo que escuchamos con frecuencia, pero que rara vez se aborda de frente: los millennials simplemente se están quedando sin tiempo para generar patrimonio antes de la jubilación (Es decir, si cree que se llegará a jubilar). Y las cifras muestran cuán rezagados están respecto de sus padres y por qué.
Los millennials no solo están lloriqueando. Hay razones estructurales para este desequilibrio. Muchos de nosotros nos graduamos en medio de en una recesión, avanzamos por una incierta recuperación y parecíamos haber encontrado cierta estabilidad cuando la pandemia nos golpeó de frente.
Y las cifras no son auspiciosas.
En 2019, los millennials mayores tenían un patrimonio neto de 91 mil millones de dólares. ¿Y los boomers? La cifra para ellos era de 113 mil millones de dólares –en dólares de hoy– en 1989, cuando tenían poco más de 40 años.
Los millennials pagan actualmente 50 por ciento más por las viviendas que lo que pagaban los boomers en 1989, lo que significa que es más difícil ingresar al mercado inmobiliario. Sin embargo, las tasas hipotecarias son mejores.
Los millennials tienen más deudas por préstamos estudiantiles, pero menos obligaciones hipotecarias que los boomers y la generación X, cuando ellos tenían 40 años.
¿Qué se supone que hagamos? No hay respuestas fáciles. Lo bueno es que, como generación, estamos más abiertos a hablar de dinero que otros. También hay indicios de que, incluso si nos maldijeron con una recesión y una pandemia en los mejores años de nuestras carreras, es posible que estemos dispuestos a tomar audaces medidas para hacer que nuestros empleos funcionen mejor para nosotros, incluso si eso significa irnos.
Yo mismo no estoy seguro de poder alcanzar a las generaciones anteriores. Pero tengo esperanzas sobre el fin de esta pandemia y estoy más que listo para un nuevo comienzo.