Los presidentes Joe Biden y Vladimir Putin iniciaron una cumbre en la ciudad suiza de Ginebra en un esfuerzo por reducir las tensiones entre los dos ex adversarios de la Guerra Fría que han alcanzado el nivel más alto en años.
La reunión con Putin, la primera de la presidencia de Biden, puede durar más de cuatro horas, incluidas conversaciones con un grupo más amplio. Tanto los funcionarios rusos como los estadounidenses mantienen bajas las expectativas sobre el resultado, y los líderes buscan acordar una nueva ronda de negociaciones de control de armas y restablecer los vínculos diplomáticos cortados en los últimos años.
“Creo que siempre es mejor reunirse cara a cara”, dijo Biden a Putin, quien agradeció al líder estadounidense por tomar la iniciativa de realizar la sesión. " Espero que nuestra reunión sea productiva”, comentó el líder ruso.
Putin, legendario por hacer esperar a la gente, llegó a las conversaciones del este miércoles a tiempo. Él y Biden se reunirán primero acompañados de sus principales diplomáticos, Sergei Lavrov y Antony Blinken. Seguirá una reunión más amplia con más personal. El encuentro inicial cara a cara de los dos presidentes durará todo el tiempo que quieran, señaló este miércoles el portavoz de Putin, Dmitry Peskov, a la televisión estatal.
Biden planea plantearle a Putin la difícil situación de dos ex marines estadounidenses que están encarcelados en Moscú, según personas familiarizadas con las discusiones. Paul Whelan fue condenado por cargos de espionaje el año pasado y Trevor Reed fue declarado culpable de agredir a dos agentes de policía en 2019. Los funcionarios estadounidenses han hecho críticas duramente ambas condenas por motivos políticos. Putin declaró esta semana que Rusia podría estar dispuesta a considerar intercambiarlos por sus ciudadanos detenidos en prisiones estadounidenses.
El presidente de Estados Unidos también planea enfatizar la necesidad de asistencia humanitaria a Siria y argumentar que se deben permitir los cruces humanitarios internacionales, dijeron las personas.
Agenda larga
Los dos hombres se reunieron por última vez en 2011, cuando Biden, entonces vicepresidente, le comentó a Putin que no se presentara nuevamente después de más de una década al mando en Rusia. Desde entonces, Estados Unidos ha impuesto una ronda tras otra de sanciones en represalia por actos que incluyen la anexión de Crimea por parte de Rusia, la interferencia en las elecciones estadounidenses, los ataques cibernéticos y el asesinato de líderes de la oposición y periodistas.
Putin no se ha dejado intimidar y sigue siendo un obstáculo para la política exterior de Estados Unidos en Europa del Este, Oriente Medio y otros lugares.
“No estoy buscando un conflicto con Rusia”, manifestó Biden en una conferencia de prensa luego de una cumbre de la OTAN el lunes. Pero dijo que le transmitirá a Putin que Estados Unidos responderá “si Rusia continúa con estas actividades dañinas. Y no dejaremos de defender la alianza transatlántica o defender los valores democráticos “.
Se espera que los líderes discutan una renovación del pacto de armas nucleares New START que expirará en 2026, según funcionarios de la Casa Blanca que informaron a los periodistas que viajan con Biden el martes. El presidente de Estados Unidos cree que los derechos humanos y la represión de Putin contra el movimiento político del líder opositor encarcelado Alexey Navalny están sobre la mesa de negociaciones, aunque Putin ha dicho que son problemas internos.
“Putin siempre es claro acerca de trazar las ‘líneas rojas’ para Rusia y lo será especialmente en la discusión de hoy, lo que no será fácil”, consideró Peskov, destacando la sugerencia de Biden de que Ucrania algún día podría unirse a la OTAN.
Sesiones informativas separadas
Planean celebrar conferencias de prensa por separado después de la cumbre en lugar de aparecer juntos en el escenario, como lo hicieron Putin y el ex presidente Donald Trump en Helsinki en 2018, un fuerte indicio de cuán pocas expectativas hay de algún tipo de avance en la relación.
La conferencia de prensa conjunta de Trump con Putin en 2018 provocó vergüenza en Estados Unidos después de que dijo que aceptaba la palabra del líder ruso de que no había interferido en las elecciones de 2016, desestimando la conclusión de las agencias de inteligencia estadounidenses. Los políticos estadounidenses de ambos partidos criticaron a Trump por el incidente, que fue visto como una gran victoria para Putin.
Biden se ha resistido a las críticas de que está recompensando a Putin al proponer una reunión tan temprano en su presidencia, y sus asistentes argumentan que la relación se maneja mejor cara a cara debido a la autoridad singular del líder ruso en su país. No obstante, la cumbre también representa una victoria para Putin, ya que muestra que, aunque a regañadientes, el Kremlin sigue siendo una prioridad para el nuevo presidente de Estados Unidos.
La cumbre con Putin fue programada a propósito para seguir las reuniones de Biden con las naciones del Grupo de los Siete en el Reino Unido, así como con los líderes de la OTAN y la UE en Bruselas, donde el mandatario estadounidense dijo que consultó a los aliados sobre su agenda para el líder ruso. Todos, dijo Biden, le agradecieron por planificar la reunión de Ginebra.