El plan del presidente Joe Biden para expandir la red de seguridad social, abordar el cambio climático y reescribir las políticas fiscales fue aprobado en la Cámara de Representantes este viernes por la mañana, cuando la presidenta Nancy Pelosi unió a los demócratas rebeldes para enviar la legislación al Senado, donde su destino sigue siendo incierto.
La votación de 220-213 se logró luego de meses de disputas dentro del partido. Se produjo solo después de que la Oficina de Presupuesto del Congreso, no partidista, entregó una estimación de costos para el proyecto de ley, que los moderados habían exigido antes de emitir sus votos. El hallazgo de la oficina de que aumentaría el déficit en 367 mil millones de dólares en una década resultó aceptable para que se aprobara el proyecto de ley. El representante de Maine, Jared Golden, fue el único demócrata que votó en contra, junto con todos los republicanos.
La acción de la Cámara baja es una victoria política incremental para Biden: su agenda aún está lejos de la línea de meta.
Se espera que senadores demócratas realicen cambios importantes antes de votar por él, posiblemente en diciembre. La aprobación en esa cámara requerirá el apoyo unánime del caucus demócrata, y dos miembros fundamentales, Joe Manchin de West Virginia y Kyrsten Sinema de Arizona, aún no han brindado todo su apoyo público. Los republicanos están unidos en la oposición.
El plan de Pelosi de aprobar la legislación este jueves fue retrasado por el líder republicano de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy, quien habló durante más de ocho horas en dicha instancia para juzgar el proyecto de ley como el “proyecto de ley de gastos más imprudente e irresponsable de la historia de nuestra nación”.
La propuesta “Reconstruir mejor”, como se conoce al plan de Biden, contempla un gasto de 1.64 billones de dólares en 10 años, según el análisis de la CBO (Oficina de presupuesto del Congreso, por sus siglas en inglés). Sin embargo, cuando se tienen en cuenta los créditos fiscales, la inversión en la economía es de más de 2 billones de dólares. Los aumentos del gasto y los recortes de impuestos suman 2.4 billones de dólares, según un análisis del grupo de vigilancia Comité para un Presupuesto Federal Responsable.
El plan proporcionaría preescolaridad universal, subsidios para el cuidado de niños, cuatro semanas de licencia familiar remunerada subsidiada, primas subvencionadas del Obamacare, una alternativa a Medicaid en algunos estados, y permitiría a Medicare negociar los precios de los medicamentos recetados por primera vez y al mismo tiempo limitar los costos de bolsillo para las personas mayores. Medicare cubriría los beneficios auditivos por primera vez.
La legislación tiene como objetivo luchar contra el cambio climático imponiendo una tarifa al metano y proporcionando una gran cantidad de créditos fiscales para la compra de energía renovable y vehículos eléctricos, y mitigaría la deportación de millones de inmigrantes indocumentados.
En materia fiscal, el proyecto de ley extendería los ya ampliados créditos tributarios por hijos y los volvería permanentemente reembolsables a aquellos que no tengan la responsabilidad de pagar el impuesto sobre la renta suficiente para obtener el beneficio completo.También aumentaría el límite a las deducciones federales para los impuestos estatales y locales, una disposición que beneficiará a los contribuyentes ricos y que ha provocado cierto retroceso de los progresistas.
Para aumentar los ingresos, impondría un nuevo impuesto mínimo corporativo del 15 por ciento y un impuesto adicional del 5 por ciento sobre los ingresos individuales superiores a 10 millones de dólares, con un impuesto adicional del 3 por ciento por encima de los ingresos de 25 millones de dólares. También hay impuestos sobre las grandes cuentas de jubilación individuales, las recompras de acciones y la nicotina.
Oposición Republicana
Los republicanos señalan datos que muestran el mayor salto en la inflación durante 30 años consecutivos en la argumentación en contra del proyecto de ley. Sostienen que el plan de los demócratas avivaría la inflación inyectando más dinero en la economía en un momento de cuellos de botella en la cadena de suministro y escasez de trabajadores. Los legisladores republicanos también dicen que desincentiva el trabajo al desvincular el crédito tributario por hijos de los requisitos de empleo.
El asesor económico de la Casa Blanca, Brian Deese, ha mencionado que el proyecto de ley reduciría la inflación al reducir los costos de atención médica, cuidado de niños y medicamentos, además de alentar a más trabajadores a ingresar a la fuerza laboral.
La Casa Blanca estima que el proyecto de ley reduce el déficit en 112 mil 500 millones de dólares por diez años cuando se incluye su estimación de mayores ingresos fiscales por el aumento de la aplicación de impuestos.
“Tengo confianza en esa estimación”, manifestó la moderada demócrata de Florida Stephanie Murphy. “Siento que este proyecto de ley está en buena posición fiscal”, agregó.
En general, es un paquete más pequeño de lo que Biden y algunos demócratas imaginaron inicialmente. Los progresistas inicialmente querían un proyecto de ley de seis billones de dólares y se comprometieron a una línea superior de 3.5 billones de dólares este verano, antes de acordar nuevos recortes. Propuestas como la universidad comunitaria gratuita y la visión de Medicare y los beneficios dentales se abandonaron debido a la oposición de Manchin y Sinema, mientras que otras propuestas como la expansión del crédito tributario por hijos se acortaron a solo un año.
Este mes se llegó a un compromiso para agregar elementos de la legislación de los demócratas de la Cámara de Representantes sobre el precio de los medicamentos. Esa propuesta permite una negociación limitada para un número determinado de medicamentos, proporciona descuentos a las personas mayores si es que los precios suben más rápido que la inflación y limita los costos de bolsillo. Sin embargo, las disposiciones no incluyen una penalización fiscal para las compañías farmacéuticas que no reducen los precios de los seguros privados.
Es posible que lleguen muy pronto más recortes al plan económico. Durante el receso de Acción de Gracias de la próxima semana, el funcionario de las principales reglas del Senado revisará el paquete y determinará si alguna disposición, como una nueva política que aborde la inmigración, infringe las reglas de la cámara para el proceso presupuestario especial que los demócratas están utilizando para aprobar el proyecto de ley sin ningún apoyo republicano. Eso obligaría a los demócratas a abandonar las propuestas para seguir utilizando la herramienta presupuestaria a prueba del obstruccionismo para aprobar la legislación.
Cambios en el senado
Manchin y Sinema determinarán en gran medida si el Senado puede aprobar el proyecto de ley Biden antes de finales de 2022 y cuánto más se recortará. Manchin se ha opuesto a las cuatro semanas de licencia familiar remunerada garantizada en el proyecto de ley de la Cámara de Representantes, así como a una propuesta de mitigación de deportación para algunos inmigrantes indocumentados y un nuevo beneficio de ayuda auditiva de Medicare.
El Senado tampoco está totalmente de acuerdo con una disposición que eleva el límite de 10 mil dólares en las deducciones federales de impuestos estatales y locales a 80 mil dólares. Los senadores Bernie Sanders de Vermont y Bob Menéndez de Nueva Jersey han propuesto la alternativa de poner a prueba el límite de ingresos hasta los 500 mil dólares. El senador Michael Bennet de Colorado también está luchando contra los intentos de levantar el límite SALT.
El trabajo de resolver esos conflictos y navegar por las enmiendas de la cámara del Senado sobre el proyecto de ley recaerá en el líder de la mayoría Chuck Schumer, quien dijo esta semana que quiere que todo termine antes de que el Congreso se rompa por las festividades del 25 de diciembre. Eso permitiría a la Cámara de Representantes votar sobre la versión enmendada por el Senado.
Algunos elementos del proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes parecen tener los 50 votos necesarios para ser aprobado por el Senado, incluida la mayoría de los aumentos de impuestos sobre los ricos y las empresas. Biden concluyó el mes pasado meses de conversaciones entre semana con senadores y dijo que estos artículos pueden obtener suficientes votos para aprobarse.
Se ha llegado a un consenso en gran medida sobre una disposición para hacer que el crédito tributario por hijos sea permanentemente reembolsable para los padres de bajos ingresos sin una obligación del impuesto sobre la renta y para un año aumentar los pagos a hasta 3 mil 600 dólares por niño. Lo mismo se aplica a los subsidios para las primas del seguro Obamacare y una disposición para proporcionar seguro a los pobres que viven en los 12 estados que no han ampliado la elegibilidad para Medicaid.
Es probable que el proyecto de ley también aborde el cambio climático, incluidos los incentivos fiscales para la generación de energía renovable, la compra de vehículos eléctricos, biocombustibles y el almacenamiento de energía. El más vulnerables a ser recortado es la tarifa por la primera emisión de metano -un potente gas de efecto invernadero- del sector del petróleo y el gas, al tiempo que se prohíbe la perforación petrolera en la mayoría de las aguas de los Estados Unidos y el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico de Alaska, debido a la oposición de Manchin.
Los demócratas esperan que el progreso en el proyecto de ley, junto con la promulgación a principios de mes de la mayor inversión en infraestructura en décadas, impulse la creciente popularidad de Biden y las posibilidades de que el partido se burle de las tendencias históricas para mantener sus mayorías del Congreso en las elecciones de mitad de período de 2022. La aprobación del trabajo de Biden se hundió al 36 por ciento en una encuesta nacional realizada por la Encuesta de la Universidad Quinnipiac, publicada el jueves.