Las autoridades francesas exhortaron el viernes a la población a que se vacune contra el COVID-19 antes de Navidad, en un momento en que aumentan los contagios y el gobierno trata de evitar otro confinamiento.
“La quinta ola está aquí y está aquí con toda su fuerza”, advirtió el primer ministro Jean Castex durante una conferencia de prensa. Dijo también que se tiene previsto que la variante ómicron de rápida propagación sea la que predomine en Francia en enero.
Para reducir la propagación del virus durante la temporada navideña, el gobierno ha prohibido que se lleven a cabo conciertos y espectáculos de fuegos artificiales por las celebraciones de Año Nuevo, y pidió a la gente que evite acudir a reuniones grandes y limite el número de familiares que se congreguen en Navidad.
“Cuantos menos sean, menor es el riesgo”, señaló Castex.
El primer ministro también les advirtió a las personas que aún se niegan a vacunarse, sin una razón de salud creíble, que su vida pública podría verse severamente restringida en breve por el nuevo proyecto de ley que el gobierno se propone presentar el próximo mes.
“Aunque hemos dado mucho tiempo a aquellos que han titubeado y tenían dudas, reforzaremos los incentivos para la vacunación en enero porque no es aceptable que la negativa de unos cuantos millones a vacunarse ponga en riesgo a todo un país”, puntualizó Castex.
Francia ha restringido drásticamente los viajes al país desde fuera de la Unión Europea, incluidos los procedentes de Gran Bretaña, debido a la propagación de la variante ómicron. Las autoridades anunciaron límites a los motivos que aceptarán para viajar a Francia desde Gran Bretaña, la obligación de presentar una prueba diagnóstica negativa del virus de menos de 24 horas, y un aislamiento obligatorio de 48 horas a la llegada a partir del sábado.
En el interior de Francia, las autoridades han intensificado la aplicación de vacunas, incluida una enorme labor para administrar la mayor cantidad de dosis de refuerzo posibles antes de que las familias se reúnan para Navidad. Las autoridades de sanidad redujeron el periodo entre la segunda y tercera dosis a cuatro meses, respecto a los cinco anteriores, dijo Castex.
Con un promedio de 50 mil 704 casos diarios en la última semana y 60 mil 866 infecciones registradas tan sólo el jueves, algunas personas dijeron no estar dispuestas a arriesgar su salud y poner en peligro la seguridad de sus seres queridos.
“Es para estar a salvo”, comentó Nilo Schwencke, estudiante de doctorado.