El primer ministro de Ontario, la provincia más grande de Canadá, declaró este viernes estado de emergencia debido al bloqueo de un puente, que es un cruce fronterizo clave con Estados Unidos, por parte de manifestantes antivacunas. Advirtió a los inconformes, que provocan un embotellamiento en la capital del país, Ottawa, que se enfrentan a un severo castigo si no se van.
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, dijo en una conferencia de prensa conjunta con su procurador general, que el gobierno está promulgando nuevos medidas para poner fin al bloqueo, que incluyen la emisión de multas de hasta 100 dólares canadienses (casi 79 dólares estadounidenses) y penas de cárcel.
El puente Ambassador, que va de Windsor a Detroit, ha estado cerrado en gran parte desde el lunes por la noche. La vía transporta alrededor de una cuarta parte del intercambio comercial entre Estados Unidos y Canadá. Los fabricantes de automóviles, incluidos General Motors, Ford, Stellantis y Toyota Motor se han visto obligados a frenar la producción.
El primer ministro de Ontario calificó la situación como “un momento crucial para nuestra nación” con los “ojos del mundo” observando cómo Canadá y sus líderes enfrentan el creciente malestar público por las restricciones derivadas del COVID-19.
“Lo que están viendo, no es lo que somos”, dijo Ford. “No es así como tratamos de cambiar las cosas aquí en Canadá. Lo hacemos a través de las urnas”.
Las nueva atribuciones del gobierno que anunció Ford son temporales bajo el estado de emergencia, pero dijo que tiene la intención de consagrarlos permanentemente en la legislación. La declaración otorga al gobierno autoridad para cerrar instituciones y negocios, limitar los viajes y confiscar propiedades.
“También proporcionaremos autoridad adicional para considerar retirar las licencias personales y comerciales de cualquier persona que no cumpla con estas órdenes”, advirtió.
CTV News y otros medios de comunicación informaron que los manifestantes acordaron el viernes por la mañana despejar suficiente espacio para que un carril de tráfico viajara de Detroit a Windsor.
Un tribunal provincial escuchará una solicitud de medida cautelar este viernes que despejaría el puente. Si esa y otras vías claves permanecen cerradas por las protestas, Canadá corre el riesgo de sufrir una contracción económica en el primer trimestre. Los economistas también advierten que las interrupciones prolongadas de la cadena de suministro podrían impulsar aún más la inflación, que ya está en su punto más alto en tres décadas.
La manifestación del puente es una rama de las protestas en Ottawa que comenzaron el 28 de enero como un intento de derogar los mandatos de vacunas y otras restricciones por el COVID-19. El movimiento se ha convertido en una protesta pública general contra la intrusión del gobierno del primer ministro Justin Trudeau. En Nueva Zelanda y Francia se han llevado a cabo protestas similares, que amenazan con extenderse a Estados Unidos en los próximos días.
Ford dijo que los manifestantes en Ottawa han tomado la ciudad como “rehén” durante las últimas dos semanas, mientras cientos de semirremolques y otros vehículos pesados siguen bloqueando las calles del centro que conducen a los edificios del parlamento federal.
“Lo llamo asedio porque eso es lo que es”, dijo Ford. “Es una ocupación ilegal. Esto ya no es una protesta. Con una protesta, expresas pacíficamente tu punto de vista y vuelves a casa”.
Con la colaboración de David S. Joachim.