La administración de Joe Biden advirtió legisladores que EU que no tiene suficiente dinero disponible para responder a futuras variantes de COVID, almacenar vacunas o desarrollar nuevas tecnologías.
Los fondos para la respuesta a la pandemia, incluidas las pruebas, la distribución de vacunas y otros suministros médicos, ya se han gastado o reservado para compras, según un documento del Departamento de Salud y Servicios Humanos obtenido por Bloomberg News.
Todos los fondos proporcionados hasta ahora se han gastado o asignado para su uso, apuntó el documento.
Al comienzo de la presidencia de Biden, el Congreso estadounidense aprobó un paquete de ayuda federal de 1.9 billones de dólares conocido como el Plan de Rescate Estadounidense que repuso los fondos necesarios para responder a la pandemia.
Sin embargo, ahora casi todos los recursos específicos de salud del plan de rescate, así como otros proyectos de ley, se han gastado o asignado, incluidos los que financian los esfuerzos de respuesta contra ómicron, según un funcionario de la administración de Biden familiarizado con el tema.
Otro funcionario señaló que si el Congreso no proporciona dinero adicional rápidamente, EU podría verse ‘tomado por sorpresa’ (de nuevo) si aparece otra variante peligrosa del COVID, como sucedió cuando la ola ómicron golpeó al país el año pasado.
El consenso bipartidista es fundamental para garantizar que EU no se quede sin vacunas, pruebas o tratamientos, subrayó ese funcionario, quien habló bajo condición de anonimato sobre el asunto. La administración no podrá prepararse para una posible nueva ola sin la acción del Congreso, destacó.
El funcionario señaló el aumento de ómicron como un ejemplo de cómo un nuevo desafío pandémico agotó los recursos: la administración se movió para enviar pruebas gratuitas a los estadounidenses a un costo de miles de millones a medida que aumentaba la escasez. Si el Congreso no asigna más fondos, EU podría volver a ver déficits similares.
A través del Plan de Rescate Estadounidense, EU invirtió 47.8 mil millones de dólares en estrategias de prueba y mitigación;16 mil millones de dólares para adquirir medicamentos y vacunas, así como para expandir la cadena de suministro nacional de instrumentos médicas; 8.5 mil millones de dólares para proveedores de salud rural; y más de 8 mil millones de dólares a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Los nuevos casos de coronavirus y las hospitalizaciones en EU han caído considerablemente desde los máximos impulsados por la variante ómicron, apuntó Rochelle Walensky, directora de los CDC, quien agregó que la agencia está preparando una nueva guía sobre medidas de relajación que incluirá modificaciones al uso de cubrebocas.
A principios de esta semana, los funcionarios de la administración de Biden dijeron a los legisladores que el Departamento de Salud y Servicios Humanos planea pedir 30 mil millones de dólares en nuevos gastos para combatir la pandemia de COVID junto con un paquete de financiamiento gubernamental de 1.5 billones de dólares.
Los nuevos fondos se utilizarían para adquirir tratamientos, vacunas pediátricas y vacunas específicas contra ómicron, según otro documento de la dependencia. El dinero también se usaría para mantener la capacidad de prueba, desarrollar otras que puedan distinguir entre variantes futuras y proporcionar pruebas gratuitas a las personas sin seguro.