El presidente Vladímir Putin aseguró que Rusia sobrevivió al “blitzkrieg (guerra relámpago) económico” de sanciones internacionales por la guerra contra Ucrania.
Sin embargo, admitió que su país enfrenta un aumento en desempleo e inflación, a medida que Rusia se ajusta a los bloqueos económicos y comerciales impuestos por Estados Unidos, Europa y la OTAN.
“Las nuevas realidades crearon profundos cambios estructurales en nuestra economía. Y, no lo oculto, no serán fáciles”, dijo Putin durante una videoconferencia realizada este miércoles. “Provocarán un aumento temporal de la inflación y el desempleo”, afirmó.
El mandatario ruso ordenó a sus funcionarios que aumentaran los beneficios sociales, incluidas las pensiones, y que suban los salarios de los empleados públicos, reconociendo que “el aumento de los precios afecta los ingresos de la gente”. El gobierno ruso tiene fondos suficientes para cubrir los costos sin recurrir a la impresión de dinero, dijo, sin dar más detalles.
Putin ordenó este apoyo a la economía rusa en medio de amplias sanciones que llevaron al banco central del país a duplicar la tasa de interés clave a 20 por ciento para tratar de detener el colapso del rublo. Rusia también se enfrenta a un éxodo de empresas e inversiones extranjeras en respuesta a la invasión a Ucrania iniciada el 24 de febrero.
La “tarea más importante” del gobierno es garantizar el suministro adecuado de bienes de consumo, en particular de medicamentos esenciales, para frenar el aumento de los precios, dijo Putin. El gasto de los consumidores aumentó en un billón de rublos tras la invasión, ya que los rusos se apresuraron a abastecerse de bienes, afirmó.
Descartó la regulación “manual” de los precios, y dijo que las autoridades pueden aumentar el suministro, incluso redirigir los productos destinados a la exportación hacia el mercado interno.