El G7 (grupo conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) han acordado rechazar la demanda rusa de pagar en rublos las importaciones de gas y energía rusa, informó este lunes el ministro alemán de Energía.
“Todos los ministros del G7 acordaron completamente que esto (sería) una ruptura clara y unilateral de los contratos existentes”, dijo Robert Habeck a la prensa.
En una reunión virtual de ministros de Energía del G7, se concluyó que “el pago en rublos no es aceptable e instaremos a las compañías afectadas a no cumplir la demanda del presidente de Rusia, Vladimir Putin”, dijo Habeck.
En este contexto, el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, aseguró que Rusia “claramente no va a suministrar gas gratis”.
Esto al ser cuestionado sobre si Moscú podría cortar el suministro de gas a clientes europeos si se incumplía la exigencia de pagar el gas ruso en rublos.
La semana pasada, el presidente Vladimir Putin aseguró que Rusia exigiría pagos en rublos a los países compradores de gas natural que considere “no amistosos”.
Tras las declaraciones, los futuros del gas de subieron más de 30 por ciento, seguidos por los precios de la energía y el carbón.
Asimismo, Putin ordenó al Banco Central ruso que desarrollar un mecanismo para recibir pagos en rublos.
El anuncio volvió a generar temores sobre la estabilidad de los suministros de Rusia después de unos días de comercio relativamente tranquilo. El plan de Putin puede significar un cambio radical para los contratos de gas a largo plazo en Europa, cuyo precio se cotiza principalmente en euros.
Cualquier interrupción del suministro como resultado de cambios en las reglas empeoraría la crisis energética de Europa. La región depende de Rusia para abastecerse de cerca del 40 por ciento del gas que necesita.