La premio Nobel de la Paz Nadia Murad, con el apoyo del Gobierno británico, dio a conocer este miércoles en Naciones Unidas una guía para tratar de mejorar la investigación de casos de violencia sexual en las guerras.
El documento, bautizado como el “Código Murad”, propone estándares mínimos para la recolección de pruebas y testimonios de forma que se facilite la persecución de estos delitos ante la justicia y, a la vez, se garantice la protección de las víctimas.
”El Código Murad establece pautas claras y prácticas para centrarse en las necesidades de las supervivientes al recolectar pruebas y para garantizar que reciban justicia y apoyo”, señaló la joven iraquí, una yazidí que en 2014 fue secuestrada, violada y retenida durante meses como esclava sexual por miembros del Estado Islámico (EI).
Convertida ahora en activista contra la violencia sexual en las guerras, Murad compareció hoy ante el Consejo de Seguridad de la ONU durante un debate especial para abordar esta lacra.
”La historia muestra que cada vez que estalla un conflicto en cualquier lugar del mundo, lo siguen las violaciones y la brutalidad. Lo estamos viendo en Ucrania ahora mismo, con informaciones de violencia sexual que nos deberían alarmar”, dijo en su discurso.
”La violencia sexual no es un efecto secundario, es una táctica de guerra tan antigua como el mundo”, insistió Murad.
La iniciativa presentada hoy por la activista está respaldada por el Reino Unido y por el Instituto Internacional para las Investigaciones Penales y busca servir de guía para las investigaciones sobre violencia sexual en todo el mundo.
El secretario de Estado británico Tariq Ahmad, que presidió la reunión del Consejo de Seguridad, anunció además que su país organizará el próximo noviembre una conferencia internacional para prevenir la violencia sexual en conflictos.
La responsable de este dossier en la ONU, Pramila Patten, denunció por su parte la falta de avances en la lucha contra las violaciones y otras formas de abuso sexual en las guerras a pesar de los muchos debates y documentos impulsados en los últimos años.
”¿Qué suponen ahora mismo las diez resoluciones sobre Mujer, Paz y Seguridad (aprobadas por el Consejo) para una mujer en Ucrania, Afganistán, Birmania o Tigré?”, se preguntó la representante especial de Naciones Unidas para la Violencia Sexual en los Conflictos.
Según Patten, la proliferación de guerras que se está viendo en los últimos años no ha hecho más que empeorar la situación de la mujer, lo que refuerza la necesidad de medidas decididas para prevenir la violencia sexual y acabar con la impunidad reinante.