Altos funcionarios de Estados Unidos están incrementando la presión para que se impongan sanciones en contra del multimillonario Román Abramóvich, luego de que el reciente viaje del magnate ruso a Kiev, en Ucrania, para reactivar las conversaciones de paz no logró ningún avance.
Roman Abramóvich no se reunió con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en ese viaje, sino que habló con su jefe de gabinete, Andriy Yermak.
Asi lo dieron a conocer tres de las personas familiarizadas con las discusiones que pidieron no ser identificadas porque las conversaciones eran privadas.
El presidente Zelenski es cada vez más pesimista sobre las negociaciones para poner fin a la guerra en Ucrania después de ver pruebas de las atrocidades cometidas por soldados rusos en ciudades como Bucha y Mariúpol, dijeron dos de las personas.
A medida que se ha hecho evidente que las conversaciones no avanzan, ha aumentado la presión de los asesores de alto nivel de la Casa Blanca para imponer las sanciones que se elaboraron hace semanas, según personas familiarizadas con el asunto.
Un portavoz de Roman Abramóvich no respondió a una solicitud de comentarios, y no hubo respuesta de Yermak. Los funcionarios de la Casa Blanca tampoco respondieron de manera inmediata a una solicitud de comentarios.
Dos meses después del inicio de la guerra en Ucrania, la perspectiva de una solución negociada parece más remota que nunca, ya que Rusia ha emprendido una nueva ofensiva en el sur y el este de Ucrania.
El papel del multimillonario como mediador no oficial del conflicto militar ha sido controvertido desde el principio, ya que los críticos afirman que el décimo hombre más rico de Rusia solo tiene como objetivo proteger su enorme riqueza de las sanciones desatadas contra otros líderes empresariales rusos ante la invasión a Ucrania por parte del presidente Vladímir Putin.