El presidente Joe Biden condenó este martes el veneno de la supremacía blanca y dijo que la nación debe “rechazar la mentira” de la “teoría del reemplazo”, la ideología racista expresada por el hombre que mató a 10 personas afroamericanas en Buffalo.
Frente a familiares de las víctimas, autoridades locales y socorristas, Biden declaró que la diversidad es la fuerza de Estados Unidos, que la nación no debe dejarse distorsionar por una “minoría odiante”.
“En Estados Unidos el mal no triunfará, se los prometo”, promedió Biden. “El odio no prevalecerá, la supremacía blanca no tendrá la última palabra”.
Previamente, el presidente y la primera dama Jill Biden acudieron a un monumento improvisado de flores, velas y mensajes de condolencias frente al supermercado Tops donde el sábado, un joven armado con un fusil de asalto atacó a personas negras en el hecho racista más mortífero desde que asumió Biden.
“Jill y yo hemos venido a estar con ustedes, y a las familias, hemos venido a llorar a los muertos con ustedes”, comentó Biden. “Ahora es el momento que la gente de todas las razas, de todos los orígenes, alcen la voz como mayoría de los estadounidenses y rechacen la supremacía blanca”.
Se llama teoría del reemplazo a una ideología racista según la cual la gente blanca y su influencia están siendo “reemplazadas” por la gente de color. Antes propia del nacionalismo blanco, la teoría se ha introducido en la corriente política principal.
Biden es el primer presidente que habló de la supremacía blanca en su discurso al tomar el cargo, llamándola “terrorismo interno que debemos enfrentar”, y desde entonces se ha referido a ella en varios discursos. Esas creencias siguen siendo una amenaza arraigada en momentos en que su gobierno ha debido concentrarse en la pandemia, la inflación y la guerra en Ucrania.