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Sanciones a Rusia: Canadá prohíbe entrada a Vladimir Putin y su familia

Los individuos sancionados no pueden recibir servicios financieros en Canadá o de canadienses en el extranjero.

En respuesta a la invasión rusa de Ucrania, Canadá ha impuesto sanciones económicas a Putin. (EFE).

Toronto (Canadá), 17 may (EFE).- Canadá impedirá la entrada en el país del presidente ruso, Vladímir Putin; su ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, y sus familiares, así como de otros altos funcionarios y oligarcas rusos que han sido sancionados por el país, anunció este martes el Gobierno canadiense.

El ministro de Seguridad Pública de Canadá, Marco Mendicino, explicó en un comunicado que el Gobierno va a enmendar las leyes migratorias del país para evitar que los individuos que son sancionados por Ottawa puedan entrar en el país.

En respuesta a la invasión rusa de Ucrania, Canadá ha impuesto sanciones económicas a Putin, Lavrov, así como sus hijas y otros familiares cercanos.

Canadá también ha sancionado a centenares de altos funcionarios y oligarcas de Rusia, Bielorrusia y Ucrania alineados con el Kremlin, como Roman Abramovich.

Los individuos sancionados no pueden recibir servicios financieros en Canadá o de canadienses en el extranjero.

Mendicino afirmó que, ante “el brutal ataque del régimen de Putin”, prohibir la entrada en el país de individuos claves de Rusia es una de las formas en que Canadá puede demandar responsabilidades por los crímenes cometidos en Ucrania.


Tras el anuncio de Mendicino, el Gobierno presentó en el Senado las enmiendas a las leyes migratorias para hacer efectiva la prohibición de entrada en el país de Putin y su familiares.

Tras su aprobación en el Senado, los cambios tienen que ser votados en la Cámara Baja del Parlamento antes de su entrada en vigor.

Cae la planta Azovstal: Combatientes ucranianos ‘se entregan’ a Rusia

Cientos de combatientes ucranianos, entre ellos heridos transportados en camilla, abandonaron la gran acería Azovstal en Mariúpol, Ucrania, y se entregaron a las fuerzas rusas luego de montar una obstinada defensa, señal del principio del fin de un asedio que se convirtió en símbolo de la resistencia ucraniana a la invasión de Moscú.

Rusia calificó el hecho de rendición en masa. Los ucranianos optaron por decir que la guarnición había completado su misión y que trataban de retirar a los combatientes que permanecían en el lugar.

Los más de 260 combatientes que abandonaron la planta Azovstal, su último reducto en Mariúpol, fueron trasportados a dos poblaciones controladas por separatistas respaldados por Moscú, dijeron funcionarios de ambos bandos. Otros combatientes —se desconoce exactamente cuántos— permanecen dentro de las ruinas de la siderúrgica fortificada que ocupa más de 11 kilómetros cuadrados de la ciudad en poder de los rusos.



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