Arnulfo Reyes, un profesor de origen mexicano, se encuentra entre las víctimas del tiroteo que se llevó a cabo en la escuela primaria Robb Elementary, en Uvalde, Texas, el martes.
El profesor Arnulfo fue herido en la espalda, a la altura del pulmón, y en el brazo izquierdo mientras intentaba proteger a sus alumnos durante el tiroteo, informaron sus familiares a través de redes sociales, además de pedir a sus contactos elevar oraciones.
Más tarde, su primo, quien se identifica en Facebook como Erik J. Bernal, dio a conocer que Arnulfo fue sometido a cirugía, pero que ya se encuentra estable.
“El Sr. Reyes está despierto y hablando hoy. Su principal preocupación es reconstruir su herida en el brazo. Tiene un largo camino hacia la recuperación tanto física como mental. Muchas gracias a todos por sus continuas oraciones”, escribió su familia en la red social.
El martes, seis niños de 10 años y dos maestras hispanas fueron identificadas como las primeras víctimas identificadas por las familias del tiroteo en la escuela de Uvalde, Texas, que dejó 21 personas muertas, además del propio atacante.
Ante estos hechos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió nuevas restricciones a las armas de fuego.
“¿Cuándo, en el nombre de Dios, vamos a hacer frente al lobby de las armas?”, dijo Biden en la Casa Blanca, después de regresar de un viaje a Asia. “Es hora de que pongamos este dolor en acción”, advirtió.
Y es que, durante la pandemia por COVID-19, se ha registrado un incremento del número de muertes por armas de fuego en Estados Unidos, entre suicidios, tiroteos y hasta por disparos no intencionados, señaló un informe del centro de estudios Pew.
Desde principios de este año, se han producido 213 tiroteos “masivos” y 10 “asesinatos en masa” en EE. UU., señala un documento del Gun Violence Archive.