El gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, promulgó el miércoles la prohibición al aborto más estricta del país, convirtiendo al estado en el primero en prácticamente poner fin a la disponibilidad del procedimiento.
Los legisladores estatales aprobaron la prohibición que se aplica mediante demandas civiles en lugar de procesos penales, similar a una ley de Texas que se aprobó el año pasado. La ley entra en vigor inmediatamente después de la firma de Stitt y prohíbe todos los abortos con pocas excepciones. Los proveedores de abortos habían dicho que dejarían de realizar el procedimiento en cuanto se promulgara la ley.
“Prometí a los habitantes de Oklahoma que, como gobernador, promulgaría todas las leyes a favor de la vida que llegaran a mi escritorio, y estoy orgulloso de cumplir esa promesa hoy”, manifestó el gobernador republicano en un comunicado.
“Desde el momento en que la vida comienza en la concepción es cuando tenemos la responsabilidad como seres humanos de hacer todo lo posible para proteger la vida de ese bebé y la vida de la madre. Eso es lo que creo y lo que cree la mayoría de los habitantes de Oklahoma”.
Los proveedores de abortos de todo el país se han estado preparando para la posibilidad de que la nueva mayoría conservadora de la Corte Suprema federal pueda restringir aún más la práctica, y ese ha sido especialmente el caso en Oklahoma y Texas.
Los proyectos de ley forman parte de una agresiva campaña en los estados gobernados por republicanos para acotar el derecho al aborto. Se emprendió tras la filtración de un borrador de opinión de la Corte Suprema que indica que los jueces están considerando debilitar o anular el histórico fallo del caso Roe vs. Wade que legalizó el aborto hace casi 50 años.
Las únicas excepciones en la ley de Oklahoma son para salvar la vida de una embarazada o si el embarazo es el resultado de una violación o incesto que ha sido denunciado a la policía.