Bogotá.- En una jornada electoral ejemplar, Colombia superó con creces la prueba de fuego de su democracia y eligió al economista de izquierda Gustavo Petro como presidente de la República (con 50,47 % de los votos), para los próximos cuatro años.
Rodolfo Hernández, el candidato perdedor (con 47,27%), desde su finca en las afueras de Bucamaranga, reconoció a Petro como ganador, casi de inmediato.
“Acepto el resultado, como debe ser en un país que queremos sea de instituciones sólidas. Le deseo al Doctor Gustavo Petro que no defraude a quienes confiaron con él, que lleve a cabo el cambio, y ponga en práctica un combate frontal a la corrupción”.
Sin un solo muerto, herido, ni balazo, inusual en este país de tradición violenta, por primera vez triunfó en las elecciones un candidato de izquierda, por tres puntos porcentuales, sin una sola queja de las fuerzas derrotadas.
Con la votación más alta en la historia de Colombia, 22 millones de votos, el candidato de la coalición Pacto Histórico recibió la felicitación del presidente Duque, un adversario acérrimo, que aceptó la derrota del oficialismo cobijado en la candidatura de Hernández.
Ejemplar también la labor de la “Registraduría”, que es el órgano electoral de este país, pues una hora y cinco minutos después de cerradas las casillas ya se tenía el resultado preliminar.
Gustavo Petro, en su primer y atropellado mensaje, dijo que la victoria era para Dios y para el pueblo.
Sergio Fajardo, el abanderado del centro, que perdió en la primera vuelta, también felicitó a Petro y le deseó lo mejor para él y para Colombia.
La esposa del virtual presidente de este país, Verónica Alcocer, muy activa en la campaña, dijo en la sede de operaciones del Pacto Histórico que la primera tarea será reconciliar a los colombianos.
Se dirigió “a los que no votaron por este proyecto”, que tendrán “respeto y la mano tendida” desde ahora para alcanzar la reconciliación.
En el cuartel general de Gustavo Petro, en la Movistar Arena (algo así como el Palacio de los Deportes), había aglomeraciones, abrazos, lágrimas, y ni una sola expresión de venganza hacia los derrotados.
Roy Barrera, senador petrista, dijo entre la alborozada muchedumbre que “quienes libremente no desean el cambio, tendrán todas garantías para ejercer la oposición”.
Con lo sucedido en esta jornada, dijo, “la polarización quedó atrás”.
La prestigiada periodista Marisol Gómez, autora del libro “La Historia secreta del proceso de paz”, nos dijo que ha sido un triunfo histórico porque Gustavo Petro no pertenece a las élites tradicionales y en Colombia nunca ha gobernado la izquierda”.
Explicó que si bien existe un margen de incertidumbre en lo que será el gobierno de Petro, por ser identificado a veces cion radicalismos y su tendencia a no escuchar, no hay riesgos mayores porque el próximo presidente no tendrá mayorías en las cámaras legislativas para cambiar la Constitución.
“Hay que esperar –dijo-, el papel de los sectores liberales que están con Petro, sin ser de izquierda, y jugarán un papel moderador ante posibles impulsos radicales”.
Desde luego, descartó por completo “cualquier situación semejante a la que existe en Venezuela”, y sí debemos esperar cambios estructurales que se tendrán que hacer de manera gradual, dada la correlación de fuerzas en el congreso.
La politóloga Larissa Pizano, de El Espectador, nos dijo que “para este país, el triunfo de Petro marca el fin del conflicto armado, lucha que deja de ser un factor determinante en la política nacional”.