Funcionarios de salud de Gran Bretaña recomendaron el miércoles a los padres de familia asegurarse que sus hijos estén vacunados contra la poliomielitis después de que en los últimos meses se encontró el virus que causa la enfermedad en aguas residuales de Londres.
La Agencia de Seguridad Sanitaria de Gran Bretaña dijo que cree que el virus se “derivaba de vacunas”, lo que significa que vino de alguien que recibió una vacuna de virus vivo en el extranjero. Esa persona habría pasado el virus a contactos cercanos en Londres, quienes lo desecharon en las heces.
Gran Bretaña dejó de usar la vacuna oral de virus vivo en 2004, y posteriormente optó por una versión inactivada, con el virus muerto.
La polio puede causar parálisis en casos raros, y puede poner en riesgo la vida. Oficialmente quedó erradicada de Gran Bretaña en 2003.
Las autoridades subrayaron que el riesgo al público es “sumamente bajo”. Dijeron también que el virus únicamente ha sido detectado en muestras de aguas residuales, y no se han reportado casos de parálisis.
De todas formas, le pidieron a los habitantes que revisen si sus hijos cuentan con los esquemas de vacunación completos y contacten a su médico en caso de no estar seguros.
“La mayor parte de la población de Gran Bretaña estará protegida por la vacunación durante la infancia, pero en algunas comunidades con bajas tasas de vacunación, hay individuos que podrían estar en riesgo”, dijo la doctora Vanessa Saliba, epidemióloga de la agencia de salud.
“El virus de polio derivado de vacunas tiene la posibilidad de propagarse, en particular en comunidades donde la vacunación es más baja”, afirmó.
Las autoridades investigan la magnitud de la transmisión comunitaria y han establecido un “incidente nacional” para revisar casos en otros lugares como medida preventiva.
El secretario de Salud, Sajid Javid, dijo que no estaba “particularmente preocupado” por la noticia.
La vacuna contra la polio se administra a los bebés de Gran Bretaña como parte de una vacuna combinada. Se aplican refuerzos a los 3 y 14 años de edad. Gran Bretaña registró su último caso de polio por vía natural en 1984.