Rusia atacó la capital de Ucrania el domingo de madrugada y golpeó al menos dos edificios residenciales, según dijo el alcalde de Kiev, mientras tropas rusas consolidaban sus avances en el este del país.
Periodistas de Associated Press en Kiev vieron a rescatistas que combatían fuegos y rescataban a civiles. Dos heridos fueron hospitalizados, y una niña de 7 años fue rescatada con vida de entre los escombros, dijo el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko.
Por otra parte, el parlamentario ucraniano Oleksiy Goncharenko, en un mensaje en el app de mensajería Telegram, reportó que “según datos preliminares, se lanzaron 14 misiles contra Kiev y la región de Kiev”.
La fiscalía general del país informó que, según datos preliminares, una persona murió y cuatro resultaron heridas.
Un jardín de niños fue dañado y tenía un enorme cráter en su patio, según los reportes.
El vocero de la fuerza aérea ucraniana, Yuriy Ignat, dijo que el ataque fue con misiles crucero tipo Kh-101 lanzados por aeronaves desde el Mar Caspio.
En la ciudad de Cherkasy, a unos 160 kilómetros al sudeste de Kiev, una persona murió y cinco resultaron heridas por dos cohetes rusos, informó el gobernador regional Ihor Taburets.
Hasta este domingo por la mañana, Kiev llevaba desde el 5 de junio sin sufrir ataques aéreos rusos así.
Más ataques a Ucrania
Entre tanto, fuerzas rusas intentaban tomar el último bastión ucraniano en la región oriental de Luhansk, aprovechando el impulso tras tomar el sábado las ruinas calcinadas de Sievierodonetsk, y la planta química donde se habían atrincherado cientos de civiles y tropas ucranianas.
Serhiy Haidai, gobernador de la región de Luhansk donde se encuentra Sievierodonetsk, reportó el domingo intensos ataques aéreos rusos en la ciudad vecina de Lysychansk, que destruyeron su torre de televisión y dañaron un puente para vehículos.
“Hay mucha destrucción, Lysychansk es casi irreconocible”, escribió en Facebook.
Rusia también lanzó el sábado decenas de misiles contra zonas de todo el país lejos del este, donde se concentran los combates. Algunos de los misiles se lanzaron desde bombarderos rusos Tu-22 de largo alcance desplegados por primera vez desde Bielorrusia, según el comando aéreo ucraniano.
El bombardeo se produjo antes de una reunión entre el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, en la que Putin anunció que Rusia tenía previsto proporcionar a Bielorrusia el sistema de misiles Iskander-M.
El vocero del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov, dijo el sábado por la noche que fuerzas rusas y separatistas con apoyo de Moscú controlaban ya Sievierodonetsk y los poblados circundantes. El intento de las fuerzas ucranianas de convertir la planta de Azot en un “testarudo centro de resistencia” se había visto frustrado, añadió.
Haidai dijo el viernes que las tropas ucranianas se retiraban de Sievierodonetsk tras semanas de bombardeos y combates casa por casa. El sábado confirmó que la ciudad había caído ante combatientes rusos y separatistas, que según dijo ahora intentaban bloquear desde el sur la vecina Lysychansk. La ciudad se encuentra al otro lado del río, al oeste de Sievierodonetsk.
La agencia noticiosa rusa Interfax citó a un vocero de las fuerzas separatistas, Andrei Marochko, que dijo que tropas rusas y combatientes separatistas habían entrado en Lysychansk y había combates en el centro de la ciudad. En un primer momento no había reacción inmediata en el lado ucraniano a esas declaraciones.
Lysychansk y Sievierodonetsk han concentrado la ofensiva rusa para tomar todo el Donbás y destruir a las unidades militares ucranianas que las defienden, las más capaces y experimentadas de las fuerzas armadas del país.
Capturar Lysychansk daría a los rusos el control de todas las poblaciones importantes de la provincia, un paso significativo para el objetivo ruso de tomar todo el Donbás. Fuerzas rusas y separatistas controlan en torno a la mitad de Donetsk, la otra provincia del Donbás.