El Gobierno de Estados Unidos celebró este viernes la detención del narcotraficante Rafael Caro Quintero, quien es señalado de haber asesinado a Enrique ‘Kiki’ Camarena, agente de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) quien trabajó en México durante la década de los ochenta.
“No hay escondite para nadie quien secuestre, torture y asesine a las fuerzas del orden estadounidenses”, dijo el fiscal general Merrick B. Garland en un comunicado.
El funcionario agradeció a las autoridades mexicanadas involucradas por el arresto del fundador del Cártel de Guadalajara.
Garland afirmó que la reaprehensión de Caro Quintero fue obra de un “trabajo incansable” entre la DEA y sus socios en México para que este sea juzgado por varios delitos, entre los que están el homicidio de Camarena.
“Estaremos buscando su extradición inmediata a Estados Unidos para que pueda ser juzgado por estos crímenes en el mismo sistema de justicia que el agente especial Camarena murió defendiendo”, añadió.
Caro Quintero fue juzgado en México por el homicidio del estadounidense de raíces mexicanas y fue condenado a 40 años de prisión. Sin embargo, la interpretación de un tecnicismo lo dejó libre en agosto de 2013.
Autoridades judiciales consideraron que dado que Camarena no era un agente diplomático o consular, el capo no debió ser juzgado dentro del fuero federal, sino del fuero común.
Después de quedar en libertad, Caro Quintero buscó ‘tumbar’ la orden de extradición en su contra, argumentando ante las autoridades federales mexicanas que no se le podía juzgar dos veces por el mismo crimen, en este caso, el asesinato de Camarena.
EU envía condolencias a la Marina
Garland también envió su pésame a los familiares de los 14 elementos de la Secretaría de Marina que fallecieron cuando el helicóptero en el que viajaban se estrelló en Los Mochis, Sinaloa.
Rafael Ojeda, secretario de la dependencia, confirmó que la aeronave participaba en el operativo para reaprehender al capo. Caro Quintero fue encontrado por elementos federales escondido entre los matorrales y gracias a la ayuda de un perro de búsqueda llamado Max.
“Nos unimos al duelo por los 14 militares mexicanos que dieron su vida al servicio de su país”, afirmó Garland.