Un alto funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a los países europeos que refuercen el monitoreo del virus y restablezcan algunas restricciones para abordar el resurgimiento del COVID-19 en un intento por proteger los sistemas de salud y evitar interrupciones.
Hans Kluge, director regional de la OMS para Europa, pidió a los gobiernos que promuevan el uso de mascarillas en el transporte público, ventilen los espacios abarrotados como las escuelas y refuercen la vacunación mientras pronostica “un otoño e invierno desafiantes”.
El número de casos en Europa se ha triplicado en las últimas seis semanas, con casi 3 millones de infecciones reportadas la semana pasada, dijo Kluge en un comunicado enviado por correo electrónico el martes.
“Todos somos conscientes de las herramientas que tenemos para mantenernos a salvo, evaluar nuestro nivel de riesgo y tomar las medidas necesarias para proteger a los demás si nos infectamos”, dijo Kluge.
“Toma tus propias decisiones informadas. El hecho de que una máscara no sea obligatoria no significa que esté prohibida”, agregó el funcionario.
Los gobiernos de toda Europa se han mostrado reacios a adoptar medidas obligatorias, como habían hecho a principios de pandemia y, en cambio, optaron por implementar vacunas de refuerzo adicionales para los más vulnerables, enviar mensajes de seguridad y dejar que los ciudadanos tomen sus propias decisiones.
Los comentarios de Kluge se producen un día después de un editorial publicado en la revista médica BMJ que decía que la pandemia representa una amenaza existencial para el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.
El funcionario de la OMS también dijo que la mayoría de los países han reducido demasiado la vigilancia, creando “un punto ciego peligroso” en la comprensión de los científicos sobre cómo está evolucionando el virus.
“COVID-19 sigue siendo una enfermedad desagradable y potencialmente mortal”, dijo Kluge.