MOSCÚ. — Rusia se retirará de la Estación Espacial Internacional después de 2024 y se centrará en construir su propia base orbital, anunció el martes el nuevo jefe de la agencia espacial del país.
Yuri Borisov, designado a principios de este mes jefe de la agencia espacial Roscosmos, hizo el anuncio durante una reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Borisov afirmó que Rusia cumplirá sus obligaciones con demás socios de la EEI antes de retirarse del proyecto. “La decisión de abandonar la estación después de 2024 está tomada”, aseguró Borisov.
Funcionarios espaciales rusos ya habían declarado anteriormente la intención de Moscú de abandonar el puesto espacial después de 2024 y Borisov la confirmó en medio de crecientes tensiones entre Rusia y Occidente por la invasión rusa de Ucrania.
Acuerdo entre la NASA y Roscosmos
A pesar de las desavenencias de sus gobiernos, la NASA y Roscosmos acordaron a principios de mes que los astronautas occidentales continuaran viajando en cohetes rusos a la estación espacial y para que los cosmonautas rusos viajaran en naves de SpaceX a partir de este otoño.
El acuerdo asegura que la estación orbital tendrá siempre al menos un estadounidense y un ruso a bordo para que ambos lados del puesto orbital funcionen sin problemas, según la NASA y funcionarios rusos.
El intercambio llevaba mucho tiempo preparándose y se concretó a pesar de las fricciones sobre Ucrania, dando una señal de aparente cooperación espacial entre Rusia y Estados Unidos.
La agencia espacial rusa Roscosmos y la NASA firmaron el acuerdo sobre vuelos cruzados a la Estación Espacial Internacional (EEI) el pasado 14 de julio.
“Este jueves, 14 de julio de 2022, la corporación estatal Roscosmos y la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) firmaron un acuerdo sobre vuelos cruzados en vehículos de transporte tripulados rusos y estadounidenses”, dijo Roscosmos en su canal de Telegram.
Problemas en la Tierra
Las diferencias entre Estados Unidos y Rusia se han agudizado este año tras la invasión de este último a Ucrania.
El gobierno del presidente Joe Biden, así como gobiernos de Europa, han impuesto una serie de sanciones económicas a Rusia tras el inicio de la guerra.