Uno de los miembros de una banda de macacos que ha aterrorizado a los residentes de la ciudad de Yamaguchi, en Japón, durante varias semanas, fue capturado y sacrificado, de acuerdo con información de las autoridades niponas.
Se estima que el animal que fue abatido tenía cuatro años y medía alrededor de medio metro de altura, de acuerdo con información publicada por el portal BBC.
El grupo de monos en la ciudad de Japón ha estado atacando a personas, mordiéndolas y arañándolas, e incluso han tratado de llevarse bebés y se han metido en jardines de infantes.
Unas 58 personas han sido atacadas en Yamaguchi desde el pasado 8 de julio y la situación es tan grave que la ciudad ha contratado una unidad especial para tratar de dispararle a los monos con sedantes.
Los monos, que mayormente han atacado a niños y ancianos, no van por comida, por lo cual las trampas no han servido de nada.
“Son sumamente astutos y atacan por detrás, normalmente agarrando las piernas de las personas”, declaró el miércoles el funcionario municipal Masato Saito.
Las autoridades aconsejaron a la población, en caso de ser enfrentados por uno de los simios: no verlos a los ojos, aparentar gran tamaño —por ejemplo, abriendo el abrigo— y retroceder lentamente sin hacer movimientos bruscos.
Una mujer fue agredida cuando colgaba ropa. Otra muestra los dedos de los pies cubiertos de vendas. Ambas se expresaron asombradas por lo grandes y gordos que eran los simios.
Las autoridades coordinaron una serie de esfuerzos anteriormente para intentar capturar a los animales con trampas; sin embargo, fracasaron y las patrullas policiales establecidas a principios de julio tampoco dieron mejores resultados.
Una investigación de la Universidad de Yamagata atribuye estos incidentes a los cambios en el comportamiento humano y las modificaciones al entorno forestal, según información de BBC.