Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, se convirtió este martes 2 de agosto en la funcionaria estadounidense de más alto rango en visitar Taiwán desde 1997.
China no vio “con buenos ojos” la visita de Pelosi a Taiwán porque es miembro del mismo partido que el presidente de Estados Unidos, por lo que Beijing puede suponer que tiene la “bendición” de Joe Biden.
De manera similar a Pelosi, la Casa Blanca se ha distanciado de una posición que sugiere un cambio en las relaciones entre Estados Unidos y Taiwán, luego de un periodo en el que EU ya había tratado de repensar cómo interactuar con la isla.
¿Por qué es histórica la visita de Pelosi a Taiwán?
La controversia sobre la visita de Pelosi se deriva de la política de ‘una sola China’, postura diplomática bajo la cual EU reconoce a China y la posición de Beijing de que Taiwán es parte de China. La política ha regido las relaciones de EU con la isla durante más de 40 años.
China reclama a Taiwán como parte de su territorio y considera que las visitas de funcionarios extranjeros constituyen un reconocimiento de la soberanía de la isla. Incluso, Beijing considera a Taiwán una provincia rebelde que anexará por la fuerza si es necesario.
En 1979, EU abandonó su política anterior de reconocer al gobierno de Taiwán como el de toda China y, en su lugar, cambió el reconocimiento al gobierno del continente.
Como parte de este cambio, Estados Unidos cortó los lazos diplomáticos formales con Taiwán y la embajada estadounidense fue reemplazada por una entidad no gubernamental llamada Instituto Estadounidense en Taiwán.
A medida que el gobierno de Taiwán buscaba la democracia, desde el levantamiento de la ley marcial en 1987 hasta las primeras elecciones totalmente democráticas en 1996, se alejó de la suposición que alguna vez sostuvieron los gobiernos de China y Taiwán de una eventual reunificación con el continente.
Sin embargo, nunca se ha abandonado la idea de ‘una China’ y rechaza la legitimidad del autogobierno taiwanés. Eso ha hecho que el contacto directo entre los representantes de Taiwán y Estados Unidos sea polémico para los funcionarios chinos.
De hecho, en 1995, cuando Lee Teng-hui, el primer presidente elegido democráticamente de Taiwán, aterrizó en Hawái de camino a América Central, ni siquiera pisó la pista. El Departamento de Estado ya había advertido que al presidente se le negaría una visa de entrada, pero permitió una recepción breve y de bajo nivel en la sala del aeropuerto durante el reabastecimiento de combustible. Aparentemente sintiéndose desairado, Lee se negó a abandonar el avión.
Con información de The Conversation