El ministro taiwanés de Exteriores señaló este martes que China emplea las maniobras militares para ensayar una invasión de la isla democrática, mientras el ejército taiwanés iniciaba sus propios ejercicios con fuego real en una muestra de su preparación ante un posible ataque.
Joseph Wu dijo que Beijing aspira a dominar el Pacífico Occidental y anexionarse Taiwán, que reclama como su propio territorio. Eso incluiría controlar los Mares de China Oriental y Meridional a través del Estrecho de Taiwán e impedir que Estados Unidos y sus aliados ayuden a Taiwán, afirmó en una conferencia de prensa en Taipéi.
China señaló que sus maniobras respondían a la visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, la semana pasada. Sin embargo, Wu afirmó que China utilizaba el viaje como una excusa para gestos intimidantes preparados de antemano. China también vetó algunas importaciones de comida taiwanesas tras la visita e interrumpió las conversaciones con Estados Unidos sobre varios temas, desde contactos militares a lucha contra el crimen transnacional y el cambio climático.
Estados Unidos no tiene lazos diplomáticos formales con Taiwán como deferencia a Beijing, pero sí tiene la obligación legal de asegurarse de que la isla puede defenderse y de tratar todas las amenazas en su contra -incluido un bloqueo- como un tema de grave preocupación. Eso deja abierta la cuestión de si Washington enviaría fuerzas si China atacara Taiwán. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha reiterado que Estados Unidos está obligada a hacerlo, unas declaraciones que fueron rápidamente rectificadas por su equipo.
Desde el jueves, China ha enviado barcos y aviones militares al otro lado de la línea central del Estrecho de Taiwán y lanzado misiles a aguas en torno a la isla. Beijing ignoró las llamadas a reducir las tensiones y ha ampliado los ejercicios, equivalentes a un bloqueo, sin anunciar cuándo terminarán.
Los simulacros han afectado al tráfico aéreo y marítimo en una de las zonas más transitadas del comercio global. Taiwán ha puesto a sus fuerzas en alerta pero por ahora ha evitado tomar contramedidas.
Este martes celebró ejercicios con munición real en el condado de Pingtung, en su costa sureste.
Taiwán, una excolonia japonesa que sólo tiene tenues lazos con la China imperial, se escindió durante una guerra civil en 1949. Aunque nunca ha gobernado la isla, el Partido Comunista que gobierna China lo considera parte de su territorio y ha tratado de aislarla de forma diplomática y económica además de aumentar sus amenazas militares.
Taiwán es un proveedor crucial procesadores para la economía global, incluido el sector chino de altas tecnologías. Una crisis continuada en el Estrecho de Taiwán, un importante lugar de paso del comercio global, podría tener graves consecuencias para las cadenas internacionales de suministro en un momento de incertidumbre e imprevistos globales.