Una persona que llamó al 911 en Salt Lake City dijo que un hombre había entrado en una cervecería en ropa interior, trató de robar cerveza y estaba corriendo por la calle, lo que representaba un peligro para él y para los conductores. La policía trató de detener al hombre, identificado como Nykon Brandon, quien posteriormente murió, en un acto que está siendo denunciado como un caso de brutalidad policiaca en EU.
Después que el Departamento de Policía de Salt Lake City publicara el viernes 26 de agosto las imágenes de la cámara corporal del encuentro fatal del 14 de agosto y la grabación del 911, los activistas cuestionaron el sábado 27 de agosto por qué una persona desarmada terminó muerta y acusaron a la policía de hacer uso de fuerza desproporcionada.
“Robar una cerveza no equivale a la pena de muerte”, dijo Lex Scott, fundador de Black Lives Matter-Utah. “No me importa si este hombre robó 10 bancos en un día. No merecía morir. Se merecía presentarse ante la Corte”.
La muerte de Brandon, de 35 años, se produce cuando en Estados Unidos aún se registran innumerables incidentes en que personas desarmadas, muchas de ellas en medio de una crisis de salud mental, pierden la vida debido a la brutalidad policiaca. Los activistas han pedido reformas, argumentando que en lugar de policías armados —que suelen intensificar la situación_, una mejor solución sería que respondieran equipos especiales de crisis de salud mental.
La página de Facebook de Brandon señala que asistió al Instituto Politécnico Indio del Suroeste, en Albuquerque, Nuevo México, y trabajó para una empresa que vende electrodomésticos, plomería y ferretería. Muchas personas que publicaron en su página expresaron su sorpresa y dolor por su muerte.
La persona que llamó al 911 dijo que un hombre llegó a Fisher Brewing, agredió a una persona en la puerta y estaba “corriendo como loco. Muy errático. Simplemente entraba y salía de la calle”.
“Definitivamente con problemas de salud mental”, dijo la persona que llamó. “Así que si cuentan con recursos de salud mental, envíelos”.
En cambio, las imágenes de la cámara corporal muestran a un agente de policía saliendo de su patrulla y ordenando a Brandon que se detenga. Cuando se resiste y levanta el puño y parece alcanzar la pistola enfundada del oficial, otro policía empuja a Brandon al suelo y los dos oficiales intentan inmovilizarlo. “Alto”, dice uno de los oficiales repetidamente mientras Brandon se encuentra sobre la grava entre la calle y la acera y sigue resistiéndose a los agentes.