Nuevos incendios forestales arrasaron el suroeste de Francia, donde quemaron más de mil hectáreas de terreno y obligaron a evacuar a residentes en medio de temperaturas récord para el mes de septiembre.
Los incendios que se originaron el lunes forzaron el desalojo de más de 500 personas en la región de Gironde, mientras uno más pequeño quemaba las mediaciones de Dax, al sur de Burdeos, donde las temperaturas alcanzaron los 39 grados centígrados.
Los fuertes vientos dificultaron la labor de los cientos de bomberos que trataron de apagar las llamas durante la noche, aunque con poco éxito. Los incendios siguen sin estar controlados.
Dos aviones canadienses especializados en la lucha contra el fuego, que ya participaron en otros operativos en el caluroso verano en el sur de Francia, se desplazaron a la zona, además de helicópteros y un avión Dash.
Meteo France anunció el lunes que cayó a temperaturas récord para el mes de septiembre, especialmente en el suroeste, debido a una ola de calor procedente de Marruecos. Los termómetros alcanzaron los 39.1 grados Celsius en la región suroccidental de las Landas.
California: sequía, calor, incendios y posibles inundaciones
Los californianos intentan sobrellevar las condiciones extremas de un clima cambiante, en el que una ola de calor que ha contribuido a atizar los incendios forestales tenían al estado al borde de sufrir apagones, y una tormenta tropical se hacía sentir en la costa y traía consigo la promesa de temperaturas más frescas, pero también posibles inundaciones.
El cambio brusco de las condiciones meteorológicas ha sorprendido incluso a los meteorólogos más experimentados.
“Esta es tal vez la semana más inusual y extrema en cuanto a clima en California en bastante tiempo, y eso es mucho decir”, escribió Daniel Swain, científico del clima de la Universidad de California campus Los Ángeles, en su blog sobre el clima del oeste.
Si bien las lluvias podrían ser bienvenidas en este estado azotado por la sequía y traerán consigo un alivio con temperaturas más normales, se prevé que los chubascos y las olas de calor brutales se convertirán en elementos habituales a medida que el cambio climático calienta el planeta y los desastres relacionados con el clima se vuelven más extremos.
“Veremos cómo estas olas de calor siguen tornándose más y más calientes, más y más largas, y acompañadas de más incendios forestales”, dijo Jonathan Overpeck, decano de la Escuela de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Universidad de Michigan. “Las probabilidades de que se produzcan precipitaciones realmente intensas están aumentando. Y por eso nos preocupan las inundaciones vinculadas a los remanentes de este huracán”.
California es tan sólo la víctima más reciente de un año de olas de calor que comenzaron en Pakistán e India a principios de año y se extendieron por partes del hemisferio norte, incluyendo China, Europa y otras zonas de Estados Unidos.