La inflación de Argentina aumentó al 78.5 por ciento en agosto respecto del año anterior, el segundo ritmo más rápido entre las economías del Grupo de los 20 (G-20), lo que casi con certeza cimentará otro aumento de la tasa de interés del banco central.
La cifra anual, por encima de la estimación mediana del 78.2 por ciento de los analistas, marca un nuevo máximo de tres décadas, según datos del Gobierno publicados el miércoles. Los precios al consumidor subieron un 7 por ciento intermensual, poco más que las expectativas de los economistas del 6.9 por ciento, aunque más lento que el incremento histórico registrado en julio.
Se espera ampliamente que los funcionarios del banco central eleven la tasa de referencia esta semana. La autoridad monetaria ha comenzado a hacer alzas más agresivas desde que el ministro de Economía, Sergio Massa, asumió a principios de agosto. Mantener las tasas por encima de la inflación también es un pilar clave del programa de 44.000 millones de dólares de Argentina con el Fondo Monetario Internacional.
Massa se reunió el lunes con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en Washington y se comprometió a implementar el programa. Massa también dijo más tarde a la prensa que reducir la inflación es una de las principales prioridades del Gobierno.
Los economistas locales aún no están convencidos. Ellos prevén que la inflación anual llegará al 100% entre finales de este año y principios de 2023.