Fiona se convirtió en huracán este domingo y se dirigía al sur de Puerto Rico, donde provocó un apagón en toda la isla y los habitantes se preparaban para recibir fuertes vientos y torrenciales aguaceros.
Luma, la compañía eléctrica de la isla, dijo que el mal clima había malogrado las líneas de transmisión y que ello provocó “un apagón en toda la isla”.
“Las condiciones del tiempo actuales son extremadamente peligrosas y están dificultando nuestra capacidad de evaluar la situación por completo”, dijo la entidad, añadiendo que tomará varios días restaurar la electricidad completamente.
Los meteorólogos dijeron que se esperaban lluvias “históricas” que producirían aludes de tierra y grandes inundaciones. En algunos lugares podrían caer hasta 64 centímetros de agua.
El presidente Joe Biden declaró la emergencia en el territorio estadounidense a medida que el ojo de la tormenta se dirigía hacia la esquina sudoccidental de la isla.
Al amanecer del domingo Fiona estaba a 80 kilómetros al sur de Ponce, Puerto Rico, con vientos máximos sostenidos de 130 kilómetros por hora y dirigiéndose al oeste-noroeste a 13 kph.
La tormenta dejó sin electricidad a más de medio millón de personas y centros médicos, incluso el hospital público más grande de Puerto Rico, que funcionaba con generadores. El secretario de salud Carlos Mellado indicó que las cuadrillas de servicio están tratando de reparar los generadores en un centro para pacientes de cáncer.
Se espera que el huracán golpee ciudades y pueblos a lo largo de la costa sur de Puerto Rico, que aún no se recuperan de una serie de fuertes sismos registrados en la región desde finales de 2019. Varias escuelas siguen cerradas y quedan escombros por retirar.
Más de 100 personas acudieron a refugios en diferentes lugares de la isla para el sábado 17 de septiembre por la noche, la mayoría en la ciudad sureña de Guayanilla.
Aún duele el recuerdo del huracán ‘María’
Fiona llegaría al territorio apenas dos días antes del aniversario del huracán María, una letal tormenta de categoría 4 que golpeó el 20 de septiembre de 2017, y la ansiedad era considerable en la isla. La gente colocaba tablas en sus ventanas y hacia acopio de agua y comida. La tormenta destruyó la infraestructura eléctrica de la isla y causó unas 3 mil muertes.
Muchas viviendas todavía tienen solo una lona como techo y la infraestructura sigue siendo débil.
“Yo creo que todos los puertorriqueños que vivimos María tenemos ese estrés postraumático de qué va a pasar, cuánto va a durar y qué necesidades podríamos pasar”, dijo Danny Hernández, que trabaja en la capital, San Juan, pero tenía previsto pasar la tormenta con sus padres y su familia en la localidad occidental de Mayagüez.
El ambiente era sombrío en el supermercado donde él y otras personas se aseguraban de tener todo lo necesario antes de que llegara la tormenta, señaló.
El huracán María destrozó la red eléctrica puertorriqueña, que aún es frágil y apenas comenzó su reconstrucción. Hay apagones a diario y en los últimos meses se han producido incendios en centrales eléctricas.
El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, dijo estar dispuesto a declarar el estado de emergencia si era necesario y activó a la Guardia Nacional ante la llegada de la sexta tormenta con nombre de la temporada de huracanes del Atlántico.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió el sábado por la noche que el río Blanco en el pueblo costero de Naguabo, en el sureste, ya se había desbordado e instó a las personas que viven cerca a moverse de inmediato.
La trayectoria de Fiona avanzaría rumbo a República Dominicana el lunes y después al norte de Haití y las islas Turcas y Caicos con amenaza de aguaceros. Podría afectar el martes a la zona más meridional de las Bahamas.
Se activó una alerta de huracán para la costa oriental de República Dominicana, desde Cabo Caucedo a Cabo Francés Viejo.
Fiona ya golpeó el este del Caribe y dejó un muerto en el territorio francés de Guadalupe cuando el agua arrastró su vivienda, según las autoridades. La tormenta también dañó carreteras, arrancó árboles y destruyó al menos un puente.