La moneda está en el aire y aún no hay nada definido en los comicios presidenciales de Brasil, que el pasado 2 de octubre dieron, en la primera vuelta, la victoria al representante de la izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, con 47.8 por ciento de los votos contra el 43.70 por ciento obtenido por el actual presidente Jair Bolsonaro.
Al respecto Fidel Pérez Flores, profesor investigador de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia, comentó en entrevista para El Financiero Bloomberg que le sorprendieron los resultados electorales, pues las encuestas subestimaron bastante las preferencias para Bolsonaro.
“Las encuestas subestimaron significativamente la cantidad de votos que Bolsonaro obtuvo. Entonces eso fue una sorpresa para todos, y hoy en día en Brasil se siguen buscando las respuestas de qué es lo que pudo haber pasado”; además que Lula Da Silva tiene ante sí un panorama que lo llevaría a reorientar su estrategia electoral.
El investigador mencionó que como en la primera vuelta de las elecciones, Jair Bolsonaro se vio fortalecido en votos, el panorama de la segunda vuelta se torna incierto y “eso obliga al Partido de los Trabajadores, a Lula y su coalición con el Partido Verde y, por cierto, el Partido Socialista Brasileño (…) a reorientar su estrategia.
“Y, por supuesto, en ese sentido ya están intentando acercarse a los candidatos que quedaron en tercer y cuarto lugar, que juntos llegan a juntar como el 8 por ciento (de los votos) y es posible que sí logren algún tipo de voto”.
Sin embargo, Pérez Flores mencionó que queda la incógnita de si los votantes que sufragaron en favor de los candidatos que quedaron en tercera y cuarta posición en la primera vuelta abonen al voto útil y sigan las recomendaciones de los candidatos para orientar su voto en favor de Lula Da Silva.
Agregó que hay un panorama de incertidumbre y volatilidad pues tanto Da Silva como Bolsonaro tienen altos índices de desaprobación que la semana pasada rondaba en 60 por ciento para Bolsonaro y en 40 por ciento para Da Silva, pero precisó que habrá que considerar con más cautela las encuestas, pues dieron un vuelco inesperado en esta primera vuelta.
Fidel Pérez Flores mencionó que las hipótesis que arrojan las encuetas convergen en dos direcciones. Primero la que corresponde al trabajo de las encuestadoras y su metodología y, en segundo lugar, el cambio de opinión de los electores “que no son estáticos”.
Aseguró que hay mucha gente que puede cambiar de opinión en último momento, como quienes “decidieron votar por Bolsonaro ante posibilidad de que Lula ganara la primera vuelta y eso lo querían evitar, pero bien a bien no lo sabemos y hay que seguir investigando” aseveró.
El 30 de octubre próximo, los electores brasileños saldrán a votar en la segunda vuelta presidencial, para elegir al mandatario que los gobernará durante los próximos cinco años.