El empresario ruso Evgueni Prigozhin, próximo al Kremlin y sancionado por Occidente, respondió este lunes a acusaciones de presunta injerencia en las elecciones de Estados Unidos diciendo que Rusia “lo ha hecho y lo hará”.
“Hemos interferido, estamos interfiriendo y seguiremos interfiriendo. Con cuidado, precisión, cirugía y a nuestra manera”, dijo Prigozhin —conocido como el “chef de Putin” por su empresa de catering— en declaraciones publicadas por sus voceros en las redes sociales.
El empresario, fundador de la empresa militar privada Grupo Wagner, señaló que su respuesta ha de interpretarse como algo “sutil” y “ambiguo”.
En la misma línea, y con un tono de sorna, Prigozhin dijo que las injerencias rusas son “quirúrgicas”.”Lo hacemos con precisión quirúrgica, a nuestra manera, la que sabemos”, dijo.
Asimismo, añadió: “Durante nuestras operaciones puntuales, extraeremos los riñones y el hígado a la vez”.
Él, una docena de ciudadanos rusos y tres empresas rusas fueron acusados de operar una campaña encubierta en las redes sociales destinada a fomentar la discordia y dividir la opinión pública estadounidense antes de las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, en las que ganó Donald Trump.
En 2018, fueron acusados como parte de la investigación del fiscal especial estadounidense Robert Mueller sobre la interferencia electoral rusa.
En 2020, el Departamento de Justicia desestimó los cargos contra dos de las firmas acusadas, Concord Management and Consulting LLC y Concord Catering, diciendo que había concluido que un juicio contra un acusado corporativo sin presencia en Estados Unidos y sin perspectiva de castigo significativo, incluso si eran declarados culpables, probablemente expondría herramientas y técnicas delicadas de la aplicación de la ley.
Prigozhin había negado su participación en la interferencia electoral hasta ahora.
Es la segunda admisión importante en los últimos meses por parte del empresario de 61 años. Hasta ahora, Prigozhin mantenía sus actividades bajo el radar y parece cada vez más interesado en ganar influencia política.
La cercanía de Prigozhin al Kremlin
En septiembre aceptó tener vínculos con la compañía militar privada Wagner Group —lo cual antes había negado— y admitió haberla fundado y financiado en 2014 y comenzó a hablar abiertamente sobre la participación de este grupo en la guerra en Ucrania. El contratista militar también ha enviado sus fuerzas a lugares como Siria y el África subsahariana.
La prensa rusa, grupos defensores de prisioneros y familiares de estos denunciaron este año un amplio esfuerzo de Wagner —incluso a Prigozhin— personalmente para reclutar reos para pelear en la guerra en Ucrania. Prigozhin no lo ha confirmado directamente, pero dijo en un comunicado que “ya sea (Wagner), los reos, o sus hijos” lucharán en el frente.
La semana pasada, Wagner inauguró un centro de negocios en San Petersburgo, que Prigozhin ha descrito como una plataforma para “aumentar las capacidades de defensa” de Rusia.
El domingo anunció, a través del servicio de prensa de Concord, la creación de centros de entrenamiento para milicias en las regiones rusas de Belgorod y Kursk que limitan con Ucrania.
Prigozhin, que comenzó como dueño de un puesto de hot dogs, abrió un elegante restaurante en San Petersburgo que atrajo el interés de Putin. Durante su primer mandato, Putin llevó al entonces presidente francés Jacques Chirac a cenar a uno de los restaurantes de Prigozhin.
Sus negocios se expandieron significativamente. En 2010, Putin asistió a la inauguración de la fábrica de almuerzos escolares del empresario, que fue construida con generosos préstamos de un banco estatal. Solo en Moscú, Concord ganó millones de dólares en contratos para proporcionar comidas en las escuelas públicas. Prigozhin también ha organizado catering para eventos del Kremlin durante varios años y ha brindado servicios de alimentos y servicios públicos al Ejército ruso.