China debería recalibrar su política “Cero COVID” para garantizar que la segunda economía más grande del mundo continúe produciendo para ayudar a abordar la inflación global, dijo el presidente del Banco Mundial, David Malpass.
“Creo que les vendría bien una recalibración: focalizar más sus cierres, no cierres generalizados”, dijo el miércoles Malpass en una entrevista en “Balance of Power with David Westin”, de Bloomberg Television. “En un momento en que el mundo tiene un problema de inflación, sería bueno que China comenzara a producir más, y eso significa que la gente salga del confinamiento”.
En los últimos días, han surgido en todo el país violento protestas contra la política china de tolerancia cero en medio de un aumento de casos de COVID-19. Entre el sábado y el lunes se producen 43 manifestaciones en 22 ciudades chinas, estimó el Instituto Australiano de Política Estratégica, con sede en Canberra, la muestra de disconformidad más generalizada desde el episodio de la Plaza de Tiananmen hace más de tres décadas.
Alrededor de una cuarta parte del producto interno bruto total de China ahora se ve afectado por los cierres , según una estimación reciente de Nomura Holdings. El Fondo Monetario Internacional dijo el martes que podría tener que recortar la perspectiva del país, en parte debido a la política “Cero COVID”.
China evalúa aplicar cuarta vacuna contra COVID
China está estudiando la posibilidad de poner en marcha una cuarta ronda de vacunas contra el COVID-19, según personas familiarizadas con el asunto, a medida que aumenta la presión sobre el Gobierno para que se aleje de las estrictas restricciones contra el virus que han convertido al país en una excepción mundial.
Los funcionarios están haciendo planes para el despliegue, aunque todavía hay que tomar una decisión final sobre el calendario y las vacunas candidatas, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas al hablar de asuntos gubernamentales. Las personas mayores, que tienen una de las tasas de vacunación más bajas de China, tendrán prioridad para recibir la cuarta vacuna, dijo una de las personas.
La medida tiene por objeto aumentar los niveles de protección de su población, que en su gran mayoría nunca ha contraído el virus. China parece estar sentando las bases para aceptar una mayor propagación del COVID, y una posible reapertura después de tres años de intentar mantener el virus fuera. Una cuarta vacuna, ya habitual en otros países, ayudaría a esa transición.