MOSCÚ.- Rusia acusó a Ucrania de lanzar el ataque más profundo en territorio ruso al golpear dos bases aéreas a varios cientos de kilómetros del frente, coincidiendo con la visita del presidente ruso, Vladímir Putin, al puente de Crimea, dañado hace dos meses por fuerzas ucranianas.
En represalia, el Ejército ruso lanzó un nuevo bombardeo masivo contra una veintena de objetivos de la infraestructura civil y militar en varias regiones ucranianas.
Los supuestos objetivos ucranianos fueron dos aeródromos en la región de Riazán (Diaguilevo), a menos de 200 kilómetros de Moscú, y Sarátov (Enguels), a unos 700 kilómetros de la primera línea del frente.
El general Ígor Konashénkov, portavoz de Defensa ruso, informó que los ataques fueron perpetrados por drones ucranianos de fabricación soviética.
La defensa antiaérea rusa derribó los drones “que volaban a baja altura” y se proponían destruir varios bombarderos estratégicos rusos estacionados en sus bases.
“A consecuencia de la caída y la explosión de los fragmentos de los drones sobre los aeródromos, dos aviones sufrieron daños insignificantes. Tres militares rusos del servicio técnico que se encontraban en el aeródromo recibieron heridas mortales”, añadió Konashénkov.
El representante del mando ruso añadió que otros cuatro uniformados resultaron heridos y tuvieron que ser hospitalizados.
El ataque recuerda a las explosiones ocurridas en agosto pasado en un aeródromo y un depósito de municiones en la anexionada por Rusia península de Crimea, obra de saboteadores ucranianos, de acuerdo con Moscú.
Hace dos meses, los ucranianos fueron más allá, al golpear la joya de la corona del presidente ruso, el puente de Crimea, lo que desató la ira del Kremlin en forma de bombardeos masivos que no han cesado desde entonces.
Precisamente, Putin inspeccionó personalmente al volante de un Mercedes el puente, dañado el pasado 8 de octubre en un atentado con coche bomba.
Putin no visitaba la península desde el inicio de la campaña militar rusa, en febrero pasado.