WASHINGTON, DC.- Cientos de jóvenes llamados dreamers desafiaron las bajas temperaturas y la lluvia congelada, y se movilizaron en los alrededores de la colina del Capitolio para demandar la aprobación urgente de una iniciativa de regularización migratoria, antes de que inicie la nueva legislatura bajo el control republicano en la Cámara de Representantes y luego de que fracasó una iniciativa bipartidista de alivio migratorio.
“Estamos indocumentados y estamos sin miedo. Necesitamos la ciudadanía ahora”, coreó una multitud de dreamers frente al edificio de mármol blanco de la Suprema Corte de Justicia y después dentro del Edificio Luterano de la Reforma, un evento organizado por United We Dream, la mayor organización de indocumentados del país.
Los dreamers –la mayoría de origen mexicano– visitaron oficinas de legisladores en la Cámara de Representantes y en el Senado, pero en algunos casos no fueron recibidos.
El plan de los senadores Kyrsten Sinema, de Arizona, y Thom Tillis, de Carolina del Norte, buscaba legalizar hasta 2 millones de dreamers, a cambio de mayor control en la frontera con México, pero su propuesta no tuvo tracción ni entre republicanos ni entre demócratas, y no logró siquiera convertirse en un proyecto de ley formal.
Su borrador contempló la permanencia durante un año adicional del polémico Título 42, que ha permitido la expulsión del país de más de dos millones de solicitantes de asilo desde la era Trump, hasta contar con nuevos centros de procesamiento de migrantes, la repatriación expedita a solicitantes de asilo y miles de millones de dólares adicionales en apoyo a la Patrulla Fronteriza para acciones de control migratorio.
Pero la llegada –diariamente– de miles de inmigrantes indocumentados a la frontera entre Texas y México fue la puntilla para el deceso de la propuesta bipartidista. Aunque existe la opción de resucitar la iniciativa original llamada Dream Act, las posibilidades de que se apruebe en sólo unos días es prácticamente nula.
El fracaso de la legislación de regularización de los dreamers tiene lugar al momento de una intensa batalla política al interior de las filas del Partido Republicano y que ha quedado de manifiesto en la pugna pública entre el expresidente Donald Trump y el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell.
En este marco, la clase política de Washington se conmocionó ante lo que el equipo de Trump publicitó como un gran anuncio por parte del expresidente, en momentos que analistas creen que la pugna interna de los republicanos podría crear una división en ese partido o incluso la posibilidad de que el magnate forme su propia organización política.
Pero el gran anunció resultó ser “el lanzamiento de una serie oficial de tarjetas coleccionables donde el expresidente aparece como superhéroe, astronauta, militar, deportista, etcétera, por sólo 99 dólares cada una. Son un excelente regalo de Navidad. No esperes, se agota tan pronto, muy muy pronto”, escribió Trump en su red social Truth Social.