Rusia estaba congregando su poderío militar en la provincia ucraniana de Luhansk, dijeron funcionarios locales el miércoles, en lo que Kiev sospecha que serían los preparativos para un ofensiva en la región oriental en las próximas semanas, ante la cercanía del primer aniversario de la invasión rusa.
Las fuerzas del Kremlin están sacando a los residentes de sus casas cerca de las partes del frente controladas por Rusia para que no puedan proporcionar información sobre los avances de sus tropas a la artillería ucraniana, señaló el gobernador de Luhansk, Serhii Haidai.
“Hay una traslado activo (de soldados rusos) a la región y definitivamente están preparando algo en el frente oriental en febrero”, indicó.
Los analistas militares anticipan una nueva campaña de Moscú pronto y el Instituto para el Estudio de la Guerra señaló en una evaluación el martes en la noche que “una inminente ofensiva rusa en los próximos meses es el curso de acción más probable”.
A un año del inicio de la guerra
El nuevo operativo podría coincidir con el primer aniversario de la invasión el próximo 24 de febrero. El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania reportó el miércoles que el Kremlin está concentrando sus esfuerzos también en la vecina provincia de Donetsk, especialmente en su intento por capturar Bajmut, una ciudad clave en la zona.
Donetsk y Luhansk conforman el Donbás, una región industrial en la frontera con Rusia que su presidente, Vladimir Putin, identificó como un objetivo desde el inicio de la guerra y donde separatistas respaldados por Moscú combaten a las fuerzas estatales ucranianas desde 2014.
El gobernador regional de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, publicó imágenes de las secuelas de las bombas caídas sobre Bajmut, que mostraban enormes agujeros negros en edificios residenciales en la asediada ciudad.
Según el funcionario, Rusia está “desplegando de forma activa nuevos efectivos militares en la región”. Donetsk es una de las cuatro provincias anexionadas de forma ilegal por Rusia en otoño, pero apenas controla la mitad del territorio.
Para tomar la mitad restante, las fuerzas rusas no tienen más opción que atravesar Bajmut, que ofrece la única vía de entrada a las grandes ciudades controladas por Kiev.
Las fuerzas rusas llevan meses tratando de capturar Bajmut. Las autoridades instaladas por Moscú en Donetsk afirman que los soldados rusos están “cerrando el cerco” alrededor de la plaza.
Los bombardeos rusos sobre la urbe, de la que la mayoría de residentes huyeron y donde los demás pasan gran parte del tiempo en sótanos, mataron a al menos cinco civiles e hirieron a otros 10 el martes, indicó el miércoles la oficina presidencial de Ucrania.
Kiev busca conseguir más ayuda militar occidental para defenderse de las tropas rusas, mucho más numerosas. Ya ha recibido promesas de carros de combate y ahora quiere más.
Mykhailo Podolyak, un asesor del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, tuiteó el miércoles que hay conversaciones en marcha para conseguir misiles de mayor alcance y aviones de combate de los aliados.
Preguntado por las informaciones acerca de que Estados Unidos podría probar pronto un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania, el vocero Kremlin, Dmitry Peskov, lo describió como “un camino directo a incitar las tensiones y llevar la escalada a un nuevo nivel”.
“Requerirá esfuerzos adicionales por nuestra parte, pero no cambiará el curso de los acontecimientos”, añadió en una videoconferencia. Los aliados occidentales, por su parte, tratan de ampliar su coalición en apoyo a Kiev.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo el miércoles en Tokio que busca una cooperación más sólida y más “amigos” para la alianza en la región indopacífica.