Un hombre que empezó a exhibir “indiscriminadamente” un arma baleó a tres personas, causando la muerte de una de ellas, en un ataque perpetrado, este miércoles por la mañana, en la capital de Estados Unidos que empezó en un autobús del sistema de transporte de la ciudad y terminó en un túnel del Metro luego de que los pasajeros lo encararon y desarmaron.
Las autoridades seguían reconstruyendo la caótica serie de eventos que dejó dos personas con heridas de bala en la pierna y un empleado del Metro sin vida. El agresor está detenido y no se ha dado a conocer su identidad.
Ashan Benedict, subjefe del Departamento de Policía Metropolitana, elogió las “heroicas acciones de nuestros ciudadanos, de nuestra comunidad, para desarmar a este agresor”.
Pero añadió: “El hecho de que nuestros ciudadanos tuvieran que intervenir con un hombre armado me molesta”.
El incidente comenzó poco después de las 9 de la mañana, cuando el hombre empezó mostrar un arma y a confrontar a los pasajeros de un autobús en el sureste de Washington D.C. El hombre siguió a uno de los pasajeros que se bajó del autobús y lo baleó en la pierna, señaló Benedict.
Posteriormente, el hombre bajó a la estación del subterráneo Potomac Avenue, confrontó a alguien que estaba comprando un boleto y también baleó a esa persona en la pierna. Ambas víctimas se recuperaban en hospitales locales.
El hombre armado bajó al andén del Metro y empezó a discutir con una mujer allí. Benedict calificó su comportamiento de profundamente errático: “Iba por ahí blandiendo un arma de fuego y enfrentándose a la gente al azar. Está claramente agitado por algo”.
Un empleado del metro trató de intervenir y murió a causa de un disparo. La identidad del trabajador fallecido no se ha dado a conocer, pero Benedict señaló que “se tiene que reconocer su heroísmo”.
Más tarde, el hombre armado trató de subirse a un tren y aparentemente fue confrontado y desarmado por los pasajeros. Salió del vagón y fue detenido por los agentes de la policía, que recuperaron su arma de las vías del tren, añadió Benedict.
La alcaldesa Muriel Bowser dijo que los tiroteos que se han registrado ponen de manifiesto la necesidad de que haya un control serio de armas. Bowser y el Departamento de Policía han soportado recientemente una intensa presión pública después de que un empleado municipal disparara y matara a un niño de 13 años que formaba parte de un grupo de jóvenes que abrían automóviles estacionados en su calle. El residente fue acusado esta semana con un cargo de homicidio en segundo grado.
“Estamos enfocados en ver cómo sacamos las armas de nuestra ciudad”, comentó Bowser. “Ya sea en el Metro, en la calle, en las viviendas, sabemos que tenemos armas que están causando tragedias en nuestra ciudad y en nuestra nación”.
El director general del Metro, Randy Clarke, comentó que su administración había reforzado recientemente las medidas de seguridad, incluida una mayor vigilancia por parte de la policía y de las cámaras de seguridad. Pero señaló que el incidente de la mañana fue un indicador de un problema más amplio que va más allá de la seguridad del Metro.
“Este no es un problema de seguridad específico del Metro; es un problema de violencia con armas estadounidense”, señaló Clarke.