Los republicanos de la Cámara de Representantes interrogaron a ex ejecutivos de Twitter por su supuesta cooperación con el FBI para sofocar la historia de la computadora portátil de Hunter Biden, la salva de apertura en su investigación sobre las finanzas de la familia Biden.
En una audiencia este miércoles, el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes se centró en la decisión de la plataforma de limitar la distribución de la pieza poco halagadora del New York Post que, según los republicanos, muestra que el joven Biden intercambió su apellido, publicada pocas semanas antes de las elecciones de 2020 que el entonces presidente Donald Trump perdió ante Joe Biden.
La audiencia comenzó pocas horas después del discurso del Estado de la Unión de Biden ante el Congreso.
El presidente de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer, afirmó que el FBI aconsejó a los altos ejecutivos de Twitter que cuestionaran la validez de cualquier historia de Hunter Biden. También alega que el gobierno federal utilizó una empresa privada “para lograr lo que constitucionalmente no puede: limitar el libre ejercicio de la expresión”.
“Le debemos al pueblo estadounidense proporcionar respuestas sobre esta colusión para censurar la información sobre la participación de Joe Biden en los esquemas comerciales de su familia”, dijo Comer.
Pero James Baker, un ex abogado de Twitter que también trabajó anteriormente para el FBI, dijo que no actuó “como agente u operador del gobierno” mientras trabajaba para la compañía de redes sociales. Baker reconoció que muchas personas pueden estar en desacuerdo con la forma en que Twitter manejó la historia de Hunter Biden, pero dijo que las acciones de la compañía eran “totalmente consistentes con la Primera Enmienda”.
“No estoy al tanto de ninguna colusión ilegal con, o dirección de, ninguna agencia gubernamental o campaña política sobre cómo Twitter debería haber manejado la situación de la computadora portátil de Hunter Biden”, dijo Baker al panel. “No actué ilegalmente o de manera inapropiada de ninguna manera con respecto a la computadora portátil de Hunter Biden”.
Vijaya Gadde, ex abogado principal de Twitter, testificó que cuando el New York Post tuiteó por primera vez artículos sobre la computadora portátil de Hunter Biden, algunas de las imágenes o información “parecían haber sido obtenidas a través de la piratería”.
Gadde dijo que la compañía aplicó su política de 2018 para evitar que Twitter sea un “vertedero de materiales pirateados” y bloqueó los enlaces a artículos que incrustaban los materiales de origen.
Twitter, dijo, revirtió el curso en 24 horas y debería haber actuado antes. Pero “en ningún momento Twitter impidió tuitear, informar, discutir o describir el contenido de la computadora portátil del Sr. Biden”, dijo.
“La gente podía hablar sobre el contenido de la computadora portátil en Twitter o en cualquier otro lugar, incluidas otras plataformas mucho más grandes, pero se les impidió compartir los documentos principales en Twitter”, dijo.
Los demócratas han criticado las investigaciones lideradas por el Partido Republicano, diciendo que son puramente políticas y le quitarán tiempo a temas más apremiantes, como el techo de la deuda y la inflación.
“Los republicanos de la Cámara de Representantes están haciendo su principal prioridad organizar un extraño truco político” en lugar de trabajar con Biden en los temas que expuso en el discurso sobre el Estado de la Unión, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Ian Sams, en un comunicado.
“Este parece ser el último esfuerzo de los miembros más extremos de MAGA de la mayoría republicana de la Cámara de Representantes para cuestionar y volver a litigar el resultado de las elecciones de 2020. Esto no es en lo que el pueblo estadounidense quiere que trabajen sus líderes”, dijo Sams.
El representante Jamie Raskin de Maryland, el principal demócrata en el comité, calificó la audiencia de “trágica” en sus propios comentarios de apertura, señalando la proliferación de mensajes de derecha en las redes sociales que finalmente llevaron a la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de los Estados Unidos.
“Si nuestros colegas quisieran examinar un problema serio que involucra la democracia estadounidense y las redes sociales, nos está mirando a la cara en este momento”, dijo Raskin. “Twitter y otras compañías de redes sociales actuaron como bases centrales de organización y preparación para la violenta insurrección del 6 de enero contra el Congreso y el vicepresidente”.
Además de Baker, los ex ejecutivos de Twitter incluyen al Jefe Global de Confianza y Seguridad Yoel Roth y la empleada Anika Collier Navaroli.
La audiencia marca el último intento de profundizar en las acciones de Twitter, ahora propiedad del multimillonario Elon Musk. En diciembre, Musk había anunciado la publicación de los llamados Archivos de Twitter, correos electrónicos internos sobre el artículo del New York Post que fueron obtenidos y luego tuiteados por el escritor Matt Taibbi, pero no lograron producir conclusiones definitivas sobre el asunto.
El tabloide había afirmado que la información de la computadora portátil de Hunter Biden mostraba que presentó a un alto ejecutivo de Burisma, una compañía energética ucraniana, a su padre mientras era vicepresidente y supervisaba la política de Ucrania de la administración Obama. Hunter Biden también formó parte de la junta directiva de Burisma.
Twitter limitó la distribución de la historia, impidiendo que los usuarios compartieran enlaces e imágenes. Un portavoz de Twitter en ese momento dijo que estaba en línea con su política sobre materiales pirateados.