La Corte Penal Internacional (CPI) anunció este viernes que ha emitido una orden de detención contra el presidente ruso Vladimir Putin por crímenes de guerra, debido a su presunta implicación en el secuestro de niños y niñas en Ucrania.
En un comunicado, el tribunal afirmó que Putin “es presuntamente responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de población (niños) y del de traslado ilegal de población (niños) desde las zonas ocupadas de Ucrania hacia la Federación Rusa”.
La CPI también emitió este viernes una orden de detención contra Maria Alekseyevna Lvova-Belova, comisionada para los derechos de la infancia de la Oficina del Presidente de la Federación Rusa, por imputaciones similares.
Un posible juicio de cualquier ruso en la CPI sigue estando muy lejos, ya que Moscú reconoce la jurisdicción de la corte y no extradita a sus ciudadanos.
Ucrania tampoco es miembro de la corte, pero ha otorgado a la CPI jurisdicción sobre su territorio y el fiscal de la CPI Karim Khan ha visitado cuatro veces desde que abrió una investigación hace un año.
La CPI dijo que su sala de cuestiones preliminares encontró que había “motivos razonables para creer que cada sospechoso es responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de población y el de traslado ilegal de población de áreas ocupadas de Ucrania a la Federación Rusa, en perjuicio de los niños ucranianos”.
La declaración del tribunal dijo que “hay motivos razonables para creer que el Sr. Putin tiene responsabilidad penal individual” por los secuestros de niños “por haber cometido los actos directamente, conjuntamente con otros y / o a través de otros (y) por no ejercer el control adecuado sobre los subordinados civiles y militares que cometieron los actos”.
El jueves, una investigación respaldada por la ONU citó los ataques rusos contra civiles en Ucrania, incluida la tortura sistemática y el asesinato en regiones ocupadas, entre posibles problemas que equivalen a crímenes de guerra y posiblemente crímenes de lesa humanidad.
La amplia investigación también encontró crímenes cometidos contra ucranianos en territorio ruso, incluidos niños ucranianos deportados a quienes se les impidió reunirse con sus familias, un sistema de “filtración” destinado a señalar a los ucranianos para su detención, y tortura y condiciones de detención inhumanas.
Pero el viernes, la CPI puso la cara de Putin en las acusaciones de secuestro de niños.