La mujer que este lunes mató a tres menores y tres adultos en una escuela de Nashville (Tennessee, Estados Unidos) desafía una estadística recurrente en el país, según la cual la mayoría de tiroteos masivos son perpetrados por hombres.
Los datos del centro de investigación The Violence Project evidencian la disparidad de género entre los autores de “los tiroteos masivos”, que define como aquellos con al menos tres víctimas sin incluir al atacante: de los 172 estudiados desde 1966 por esa organización, solo cuatro fueron ejecutados por mujeres.
En dos de esos casos, según esa web, las agresoras intervinieron junto a un hombre.
Uno de ellos, el 2 de diciembre de 2015 en San Bernardino (California), acabó con la vida de 14 personas y dejó heridas a otras 22. La mujer era de Oriente Medio, trabajaba y no tenía ni antecedentes delictivos ni problemas mentales diagnosticados.
En el otro, el 10 de diciembre de 2019 en Nueva Jersey, murieron cuatro personas y tres resultaron heridas. La mujer era afrodescendiente, tampoco tenía antecedentes, había sido expulsada de su casa tras dejar de pagar la hipoteca y vivía en una caravana junto a su pareja, que también participó en el tiroteo.
Los otros dos tiroteos protagonizados por mujeres que figuran en el balance de The Violence Project ocurrieron el 30 de enero de 2006 en Goleta (California) y el 20 de febrero de 2014 en Alturas, en ese mismo estado.
La primera, de 44 años, mató a siete personas después de años jubilada de forma anticipada por psicosis: hablaba con gente imaginaria, se quitaba la ropa en público y tuvo que ser desalojada una vez de una oficina de correos.
La otra, también de 44 años, mató a cuatro personas e hirió a dos. Era nativa estadounidense y según The Violence Project estaba siendo investigada por desfalco de préstamos federales que iban destinados a su tribu. El día del tiroteo el consejo tribal había convocado una audiencia para expulsarla de los terrenos tribales.
De acuerdo con los datos de The Violence Project, los tiroteos en los que participó alguna mujer ocurrieron en lugares de trabajo, edificios gubernamentales y en tiendas.
La agresora de este lunes, de 28 años, entró en la escuela cristiana The Covenant con dos rifles de asalto y una pistola. Las autoridades locales creen que fue alumna de ese colegio, pero no han precisado todavía de qué año.
La excepcionalidad de que una mujer perpetre este tipo de ataques se refuerza con otro estudio del FBI que recoge 160 incidentes con armas de fuego entre 2000 y 2013, de los que solo seis fueron llevados a cabo por una mujer.
Estos últimos incidentes tuvieron lugar en 2001, 2005, 2008 y 2010, con 15 muertos en total. De ellos, dos se produjeron en un centro educativo: el 12 de febrero de 2010, con tres víctimas mortales, en la Universidad de Alabama, y el 8 de febrero de 2008, con dos, en el Louisiana Technical College, en Luisiana.