Más de 150 sacerdotes católicos y otras personas asociadas con la arquidiócesis de Baltimore abusaron sexualmente de más de 600 niños en los últimos 80 años, según un informe estatal publicado el miércoles que acusó a los funcionarios de la iglesia de décadas de encubrimiento.
El informe, emitido por la oficina del procurador de Maryland, pinta una imagen condenatoria de la arquidiócesis, la más antigua del país. Algunas parroquias, escuelas y congregaciones tenían más de un abusador al mismo tiempo, incluida la parroquia de St. Mark en Catonsville, que tuvo 11 abusadores viviendo y trabajando allí entre 1964 y 2004.
“La asombrosa omnipresencia del abuso en sí subraya la culpabilidad de la jerarquía de la Iglesia”, dice el informe. “La gran cantidad de abusadores y víctimas, la depravación de la conducta de los abusadores y la frecuencia con la que abusadores conocidos tuvieron la oportunidad de seguir acosando a los niños son asombrosos. Se sabe que más de 600 niños han sido abusados por las 156 personas incluidas en este informe, pero es probable que el número sea mucho mayor”.
La publicación marca un hito importante en una batalla legal en curso y se suma a las pruebas crecientes de parroquias en todo el país, a medida que revelaciones similares han remecido a la Iglesia Católica en años recientes.
La legislatura estatal aprobó una ley que elimina la prescripción sobre causas civiles relacionadas con abusos y la elevó al gobernador para su sanción.
El procurador de Maryland, Anthony Brown, quien ocupa el cargo desde enero, dio a conocer el informe. Antes de una conferencia de prensa, se reunió con varias víctimas para resumir el contenido y agradecer su presencia.
“Lo que hemos aprendido es que la historia incontrovertible destapada por esta investigación es una de abusos generalizados, perniciosos y persistentes por sacerdotes y personal de la arquidiócesis”, dijo Brown durante la conferencia de prensa. “A la vez es una historia de encubrimiento reiterado de ese abuso por parte de la Iglesia Católica”.
El informe se enfoca en gran medida en los años anteriores a 2002, cuando una investigación del diario Boston Globe sobre abusos y encubrimiento en la arquidiócesis de Boston condujo a una serie explosiva de revelaciones en todo el país. Por primera vez, los obispos católicos acordaron reformas que incluyen la exclusión de por vida del ministerio del sacerdote que haya cometido un solo abuso.
El informe destaca que si bien nuevas normas nacionales mejoraron significativamente el manejo interno de los abusos denunciados en la arquidiócesis de Baltimore a partir de 2002, aún persistían defectos, entre ellos que la lista pública de abusadores no incluía a todos los conocidos; la junta de revisión independiente se limita a la información provista por funcionarios de la iglesia sobre presuntos abusos; y se permitió que algunos presuntos abusadores se retiraran, con apoyo económico, en lugar de expulsarlos.