El Gobierno de Estados Unidos calificó, este miércoles 12 de abril, oficialmente de “amenaza emergente” en el país el fentanilo adulterado o mezclado con xilacina, un potente sedante animal utilizado como droga.
La Casa Blanca indicó en un comunicado que esta nueva designación se produce tras haber evaluado el impacto de la xilacina en la crisis de opioides y su creciente rol en las muertes por sobredosis “en todas las regiones de Estados Unidos”.
La Casa Blanca recuerda que, según datos de la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA, en inglés), las muertes por sobredosis de xilacina aumentaron un 1.127 por ciento en el sur del país entre 2020 y 2021, un 750 por ciento en el oeste, más de 500 por ciento en el medio oeste y más del 100 por ciento en el noreste.
Su gabinete, la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP, en inglés), tiene entre sus misiones el monitoreo de nuevas tendencias de consumo de narcóticos y el establecimiento de criterios que permitan calificarlo de amenaza emergente.
La mezcla de fentanilo con xilacina entra en esa categoría porque está siendo vendida “ilícitamente” y está vinculada “con significativas consecuencias negativas para la salud que empeoran rápidamente”, entre ellas “sobredosis fatales y morbilidad grave”.
La Casa Blanca recuerda que, según datos de la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA, en inglés), las muertes por sobredosis de xilacina aumentaron un 1.127 por ciento en el sur del país entre 2020 y 2021, un 750 por ciento en el oeste, más de 500 por ciento en el medio oeste y más del 100 porciento en el noreste.
”Si bien las cifras nacionales de muertes por sobredosis se han aplanado o disminuido durante siete meses consecutivos, la xilazina está complicando los esfuerzos para revertir las sobredosis de opioides”, indicó la Presidencia estadounidense.
Tras la declaración de esa droga como amenaza emergente, la Administración de Biden pondrá en marcha una estrategia que incluye prevención basada en los datos existentes, tratamiento y reducción del suministro.
Las autoridades estadounidenses pusieron ya en su punto de mira a la xilacina el pasado marzo con la prohibición parcial de su importación.
Esa droga quedó sujeta desde entonces a un mayor escrutinio por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés), cuyo personal podrá detener un envío del producto si no se acredita correctamente su uso veterinario legítimo.
El anuncio se produce un día después de que Estados Unidos indicara que reforzará su estrategia contra el consumo y tráfico de fentanilo proveniente de México, después de semanas de críticas y declaraciones cruzadas con el país vecino sobre el combate a esta droga sintética.
Hoy mismo viaja a Washington una delegación del Gobierno mexicano, encabezada por la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, para mantener con funcionarios del Ejecutivo estadounidense y canadiense una reunión sobre el tráfico de fentanilo y sobre otros temas como migración o armas.