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¿ONU abandonará a Afganistán? Talibán ‘pone en apuros’ a la organización

La ONU publicó que Afganistán necesita más mujeres laborando debido a los problemas económicos, pero el régimen talibán lo prohíbe.

La ONU ha decidido que los derechos humanos no son negociables y se marchará en mayo si los talibanes no ceden en Afganistán. (John Minchillo/AP)

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) está dispuesta a tomar la “desgarradora” decisión de abandonar Afganistán en mayo si no puede convencer al Talibán para que permita que las ciudadanas trabajen para la organización, dijo el jefe del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD).

Los funcionarios de la ONU están negociando con el gobierno afgano con la esperanza de que haga excepciones a un edicto publicado este mes que prohíbe que las afganas trabajen para la organización, dijo el administrador del PNUD, Achim Steiner, a The Associated Press.

“Es justo decir que, en el momento en el que estamos, todo el sistema de Naciones Unidas tiene que dar un paso atrás y reevaluar su capacidad para operar allí”, apuntó Steiner. “No se trata de negociar los principios fundamentales, los derechos humanos”.

El Talibán ha permitido que las mujeres afganas realicen algunos trabajos, indicó Steiner, y un reporte de la ONU publicado el martes muestra que el país necesita desesperadamente más mujeres en la fuerza laboral ante los problemas económicos.

Regreso de los talibanes a Afganistán endureció restricciones hacia las mujeres

La llegada de los talibanes al poder ha estado acompañada de algunos indicios muy modestos de recuperación económica.

Ha habido un cierto aumento de las exportaciones, cierta estabilización del tipo de cambio y una inflación más baja.


Pero se espera que el Producto Interno Bruto, la suma de todos los bienes y servicios producidos dentro de las fronteras del país, se vea superado por el crecimiento de la población, lo que supone que la renta per cápita bajará de los 359 dólares de 2022 a 345 en 2024, según el informe.

Algunos de los problemas económicos se deben a las políticas talibanes que alejan a la mayoría de las mujeres de la población activa, afirmó Steiner.

Eso provoca más necesidad en el país, pero la ONU ha decidido que los derechos humanos no son negociables y se marchará en mayo si los talibanes no ceden.

“Creo que no hay otra forma de describirlo que no sea desgarradora”, dijo Steiner. “Es decir, si me imaginase a la familia de la ONU fuera de Afganistán hoy, tendría ante mí imágenes de millones de niñas, niños, padres y madres que, básicamente, no tendrán suficiente para comer”.

Un motivo de ligero optimismo es que los talibanes permiten que las afganas trabajen en determinadas circunstancias en sanidad, educación y en algunos pequeños negocios.

“En cierto sentido, las autoridades de facto han permitido a la ONU realizar un importante conjunto de actividades humanitarias y de ayuda de emergencia al desarrollo”, dijo Steiner. “Pero también cambian continuamente los objetivos con la emisión de nuevos edictos”.

A pesar de las promesas iniciales de un gobierno más moderado que el de su anterior etapa en el poder en la década de 1990, los talibanes han impuesto medidas estrictas desde que se hicieron con el control en agosto de 2021, coincidiendo con la retirada de las tropas de Estados Unidos y la OTAN tras dos décadas de guerra.

Un vocero del Ministerio de Economía afgano, Abdul Rahman Habib, dijo a la AP que las restricciones bancarias internacionales, la suspensión de la ayuda humanitaria y el cambio climático explican la tasa de pobreza y los problemas económicos del país.

Habib indicó que la baja inflación y la dependencia de las importaciones, así como la mejora de las relaciones comerciales y empresariales regionales y la erradicación del cultivo de amapola son indicios de avances económicos y buena gobernanza.

“Nuestros planes y prioridades para el futuro son desarrollar los sectores industrial y agrícola, así como la extracción minera, apoyar a las empresas y los productos nacionales, centrarnos más en las exportaciones, atraer inversores nacionales y extranjeros, crear zonas económicas especiales y mucho más”, dijo el portavoz.

Este mes, el Talibán fue un paso más allá en sus restricciones sobre las mujeres y anunciaron que las empleadas afganas de la misión de la ONU no pueden presentarse a trabajar.

“Nos acercamos a un momento fundamental. Y, obviamente, nuestra esperanza y expectativa es que prevalezca el sentido común”, dijo Steiner.

Las agencias de ayuda han estado proporcionando comida, educación y atención sanitaria a los afganos desde la llegada al poder de los talibanes y el posterior colapso económico. Ningún país ha reconocido al Talibán como gobierno legítimo y el puesto del país en la ONU lo ostenta el gobierno del expresidente Ashraf Ghani.

Los 3 mil 300 afganos empleados por la ONU — 2 mil 700 hombres y 600 mujeres — no se han presentado sus puestos desde el 12 de abril, pero siguen trabajando y se recibirán su salario, dijo el vocero de la institución, Stephane Dujarric.

Los 600 trabajadores extranjeros de la ONU, de los cuales 200 son mujeres, no se ven afectados por el veto talibán.

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