El enorme cohete Starship de SpaceX explotó en el cielo varios minutos después de despegar de sus instalaciones en Texas.
A pesar del incidente, aseguran que fue un éxito, lo que significa que los inversores podrían terminar siendo dueños de una parte del gigante aeroespacial de propiedad privada antes de lo que esperaban.
La firma de capital cerrado, cofundada por Elon Musk, retrasó su primer intento el 17 de abril solo unos minutos antes del lanzamiento debido a una válvula de presión congelada. Este intento, que tampoco tuvo personas a bordo, fue lanzado a las 9:28 am, hora de Nueva York, con una ventana de lanzamiento de 62 minutos, desde las instalaciones de Starbase de la compañía en Boca Chica, Texas.
Las apuestas son altas. SpaceX ha invertido mucho en el desarrollo de Starship y ya tiene un contrato de casi 3 mil millones de dólares con la NASA para convertir el vehículo en un módulo de aterrizaje para llevar astronautas a la luna. Con una altura de aproximadamente 400 pies, es la nave espacial más grande jamás construida con suficiente empuje para transportar una carga útil posiblemente cuatro veces más grande que el cohete más poderoso de la compañía en operación.
Musk ya ha tratado de establecer expectativas bajas, sugiriendo que la prueba podría ser valiosa incluso si Starship no completa la órbita parcial planificada de la Tierra. También dijo en una publicación en Twitter que la compañía está trabajando para solucionar muchos problemas y que el lanzamiento podría no ocurrir el jueves.
“Si nos alejamos lo suficiente de la plataforma de lanzamiento antes de que algo salga mal, entonces creo que lo consideraría un éxito”, dijo Musk durante una discusión de audio en Twitter el domingo antes del primer intento de lanzamiento.
SpaceX, que ha sido valorado en alrededor de 140 mil millones de dólares, comenzó a construir hardware de Starship en serio en 2018. Al principio, Musk, el director ejecutivo de la compañía, planteó su potencial para transportar personas a la luna y Marte. Pero llegar a este punto no ha sido fácil.
La compañía no cumplió con la mayoría de los plazos de lanzamiento de Musk. También esperó mientras la Administración Federal de Aviación realizaba una revisión de los efectos ambientales de la instalación de Boca Chica. En junio de 2022, la agencia dijo que SpaceX necesitaría implementar 75 medidas de mitigación para disminuir su impacto en el área circundante y la vida silvestre. El 14 de abril, la FAA finalmente otorgó una licencia de lanzamiento.
Aunque SpaceX es conocido por aterrizar su cohete Falcon 9, ese vehículo es parcialmente reutilizable y solo una parte del cohete regresa a la Tierra después del lanzamiento. Starship está diseñado para ser completamente reutilizable, con la totalidad del cohete eventualmente capaz de regresar a la Tierra intacto. Sin embargo, durante esta prueba, el plan es que Starship caiga al océano.
Musk afirmó que esta reutilización reducirá significativamente el costo de los lanzamientos de Starship, lo que podría abrir el acceso al espacio profundo.