Los negociadores republicanos y de la Casa Blanca se están acercando a un acuerdo para aumentar el límite de la deuda y limitar el gasto federal durante dos años, según personas familiarizadas con el asunto, a medida que se acorta el tiempo para evitar un incumplimiento catastrófico de Estados Unidos.
Las dos partes han reducido las diferencias en las conversaciones de los últimos días, según las personas, aunque los detalles acordados son provisionales y aún no se ha llegado a un acuerdo final. Las dos partes aún tienen que ponerse de acuerdo sobre el monto del tope.
Según los términos del acuerdo emergente, se permitiría que el gasto en defensa aumentara un 3 por ciento el próximo año, de acuerdo con la solicitud de presupuesto del presidente Joe Biden.
Los rendimientos del Tesoro de Estados Unidos bajaron a lo largo de la curva y los futuros de acciones apuntaron a ganancias en la apertura. El dólar cayó frente a sus principales pares después de subir a alrededor del nivel más fuerte desde marzo anterior.
El viernes temprano, el subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, advirtió que los pagos a los beneficiarios del Seguro Social, los veteranos y otros se retrasarían si hay un incumplimiento. Pero dijo que está ganando algo de confianza en que se llegará a un acuerdo.
“Estamos progresando y nuestro objetivo es asegurarnos de llegar a un acuerdo porque el incumplimiento es inaceptable”, dijo Adeyemo en una entrevista en CNN. “El presidente se ha comprometido a asegurarse de que tengamos negociaciones de buena fe con los republicanos para llegar a un acuerdo porque la alternativa es catastrófica para todos los estadounidenses”.
El acuerdo también incluiría una medida para mejorar la red eléctrica de la nación, para acomodar la energía renovable, un objetivo climático clave, mientras acelera los permisos para oleoductos y otros proyectos de combustibles fósiles que favorece el Partido Republicano, dijeron personas familiarizadas con el acuerdo.
El acuerdo recortaría 10 mil millones de dólares de un aumento presupuestario de 80 mil millones para el Servicio de Impuestos Internos que ganó Biden como parte de su Ley de Reducción de la Inflación. Los republicanos advirtieron sobre una ola de agentes y auditorías, mientras que los demócratas dijeron que el aumento se pagaría solo con menos fraude fiscal.
EU se acerca a acuerdo sobre límite de deuda
Lo que está tomando forma sería mucho más limitado que la oferta inicial de los republicanos, que pidieron elevar el techo de la deuda hasta el próximo marzo a cambio de 10 años de topes de gastos. Los conservadores de la Cámara ya se resistían el jueves a la idea de un pequeño acuerdo, y el House Freedom Caucus envió una carta a McCarthy exigiendo que se mantuviera firme.
Un asesor del liderazgo demócrata de la Cámara dijo que la Casa Blanca no había compartido ninguna palabra sobre acuerdos sobre límites de gastos o financiamiento del Servicio Interno de Impuestos.
The New York Times informó anteriormente que los negociadores se estaban acercando a un acuerdo de límite de deuda.
“Sabemos dónde están nuestras diferencias”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, a los periodistas en el Capitolio, y agregó que planeaba trabajar allí durante el fin de semana festivo.
“Todavía no tenemos un acuerdo. Sabíamos que esto no sería fácil. Es difícil, pero estamos trabajando. Y vamos a seguir trabajando hasta que terminemos esto”, dijo.
Jan Hatzius y Alec Phillips de Goldman Sachs Group dijeron en una nota a los inversionistas que las probabilidades de que se llegara a un acuerdo el viernes eran altas. “Los negociadores parecen estar acercándose a un acuerdo”.
Si se llega a un acuerdo pronto, el martes se perfila como el día probable para una votación en la Cámara. Entonces, el Senado tendría que actuar rápidamente para enviarlo al escritorio de Biden antes del 1 de junio, fecha en la que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo que su departamento podría quedarse sin efectivo.
Al día siguiente se produce un pago adeudado a millones de beneficiarios de la Seguridad Social, lo que presiona a los políticos para que resuelvan el estancamiento.
El representante Garret Graves de Luisiana, uno de los negociadores, describió el progreso como “lento” cuando salió de las oficinas el jueves por la noche. Dijo que la Casa Blanca se mantenía firme al rechazar las demandas republicanas de agregar requisitos laborales a los criterios de elegibilidad para Medicaid y otros programas de bienestar social.
“Tenemos muchos complejos”, dijo. “Pero ese es uno de los problemas más importantes”.
El representante Patrick McHenry, un republicano de Carolina del Norte y otro negociador, preguntó el jueves por la noche qué les diría a los inversores sobre el progreso de las conversaciones y bromeó: “Me alegro de que el mercado esté cerrado”. McHenry, presidente del Comité de Servicios Financieros, es uno de los principales negociadores de McCarthy.
Fitch Ratings colocó el miércoles la calificación crediticia AAA para Estados Unidos en alerta ante una posible rebaja. Estados Unidos perdió su calificación AAA en S&P Global Ratings durante un enfrentamiento partidista similar sobre el techo de la deuda en 2011.
La Casa Blanca y el Tesoro dijeron que la medida de Fitch demostró la urgencia de llegar a una resolución rápida de la disputa. Pero McCarthy dijo que no estaba preocupado por el anuncio de Fitch y que los negociadores no necesitaban que la agencia calificadora les recordara la importancia de cerrar un trato.
Los negociadores han estado en desacuerdo sobre la escala y la duración de los límites de gasto que se incluirán en un proyecto de ley que aumente o suspenda el techo de la deuda. Los economistas han advertido que incluso con un acuerdo que evite un impago devastador, los topes a los desembolsos del gobierno podrían ayudar a llevar a Estados Unidos a una recesión.