Washington.- Un juez federal en Estados Unidos falló en contra de la primera ley en el país que restringía los espectáculos de drag queen.
El juez Thomas Parker declaró “inconstitucional” una ley en Tennessee que prohibía los shows de drags queens en espacios públicos, ya que violaba el derecho a la libertad de expresión, según recogen este sábado varios medios nacionales.
La norma buscaba prohibir los espectáculos de “cabaret para adultos” en “propiedades públicas” y en cualquier sitio donde podría haber presencia de menores de edad.
Dentro de la definición de “cabaret”, la ley contemplaba bailarinas “exóticas” como strippers y shows de drags, tanto masculino como femenino. Quienes violaran esta restricción podían enfrentarse a multas de 2 mil 500 dólares y hasta un año de cárcel.
Una compañía de teatro LGTBQ+ del estado, llamada Friends of George, fue la que presentó la demanda en marzo en contra de la restricción, alegando que violaba la libertad y que era demasiado amplia.
En un comunicado después de que se conociera la decisión del juez, la compañía dijo que el fallo representaba un “triunfo en contra del odio”.
Por su parte, el congresista del legislativo estatal Jack Johnson, quien presentó el proyecto de ley, dijo que el fallo representa una victoria de quienes apoyan “que se exponga a menores a entretenimiento sexual”.
La Campaña de Derechos Humanos (HRC, en inglés) criticó la legislación cuando fue aprobada, asegurando que formaba parte de un “ataque a gran escala” contra el colectivo LGTBIQ+.
Según datos de esa organización, solo el año pasado legisladores de congresos estatales a lo largo y ancho del país presentaron 315 proyectos de ley discriminatorios contra personas LGTBIQ+, de los que 29 fueron aprobados convirtiéndose en ley.
La mayoría de esos borradores -149- tenían como blanco “la comunidad transgénero y no binaria”, además de los jóvenes.
HRC agregó que en los dos primeros meses se presentaron 340 propuestas legislativas estatales anti LGTBIQ+, de las que 150 restringirían los derechos de las personas transgénero, lo que supone el mayor número de iniciativas contra personas trans en un solo año, y todavía no ha acabado.