En pleno mes del orgullo, la Campaña por los Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en inglés) declaró un estado de emergencia para la gente LGBTQ+ en Estados Unidos y publicó una guía sobre las leyes discriminatorias de cada estado; así como información acerca de los derechos de la comunidad, recursos de salud y seguridad.
En un histórico anuncio, la organización más grande de EU promotora de los derechos de estadounidenses lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y queer dijo que los avisos sobre los peligros de viajar a ciertos lugares no bastan para ayudar a las personas que viven en los estados considerados hostiles.
La campaña dice que responde al auge sin precedentes de leyes discriminatorias en legislaturas estatales, con más de 70 leyes anti-LGBTQ aprobadas en lo que va del año, más del doble que en 2022.
El informe titulado “LGBTQ+ Americans Under Attack” (estadounidenses LGBTQ+ atacados), señala que las nuevas leyes son el resultado de ataques republicanos coordinados por “grupos extremistas bien financiados”.
La guía “LGBTQ+ Americans Fight Back” (los estadounidenses LGBTQ+ contraatacan) brinda información sobre la manera de denunciar violaciones de los derechos civiles y recursos para financiar trasladados y encontrar empleo en los estados que considera “más seguros”.
Un capítulo titulado Know the Enemy/Opposition (conocer al enemigo/oposición) ofrece consejos sobre el contacto con grupos que se oponen a las campañas contra los LGBTQ+ y cómo mantener conversaciones difíciles sobre el odio con amigos y familiares.
La guía pretende ayudar a millones de personas vulnerables, “sea que planifiquen viajes de verano a través de regiones que se vuelven cada vez más hostiles a la gente LGBTQ+, sea que ya vivan en un estado donde los ataques legislativos y el extremismo político nos colocan un blanco sobre la espalda”, dijo Kelley Robinson, presidenta de la Campaña por los Derechos Humanos, en un comunicado.
La campaña emitió su primera declaración de emergencia en sus 40 años de historia en momentos que las legislaturas con mayoría republicana en todo el país han aprobado leyes contra las personas basadas en su identidad, leyes que restringen varios aspectos de la existencia transgénero, desde el uso de pronombres y el acceso a los baños o la atención médica.
“Nuestra comunidad está en peligro, pero no dejaremos de luchar, ni ahora, ni nunca”, sentenciaron.