Un hombre de Virginia que dijo a su esposa —y a un jurado federal— que se “divirtió” en el asalto al Capitolio en Washington fue condenado el viernes a seis años de prisión por agredir a policías durante la insurrección.
La pena para Markus Maly es significativamente menor que la pedida por los fiscales por su papel en la insurrección del 6 de enero de 2021. El Departamento de Justicia había solicitado una sentencia de 15 años y ocho meses de prisión para Maly, de oficio instalador de pisos.
Un fiscal calificó a Maly, de 49 años, de “delincuente de toda la vida” con 33 condenas previas en su haber, incluidas dos por agresión contra un agente policial. Pero el juez que dictó la sentencia dijo que Maly había cometido la mayoría de sus crímenes cuando era veinteañero.
Maly dijo al juez federal Amit Mehta que lamentaba haber viajado a Washington y seguido a la turba de partidarios del entonces presidente Donald Trump hasta el Capitolio.
‘Fui a un acto. Es lo que hice’, dijo el hombre su participación en el Capitolio
Pero insistió en que sólo “ocupó espacio” en la multitud y negó haber agredido a la policía con aerosol irritante. “Fui a un acto. Eso es lo que hice”, sostuvo.
El juez afirmó que los jurados tenían evidencia de sobra para condenarlo por agredir a la policía. “No es que usted haya estado ahí ‘ocupando espacio’. Es que usted hizo esas cosas una y otra vez ese día”, dijo el juez.
Los fiscales señalan que Maly y muchos otros participantes en la insurrección han tratado de lucrar con su fama, presentándose como patriotas, mártires o presos políticos al solicitar donaciones a sus partidarios.
Aunque los acusados tienen el derecho legal de recaudar fondos para su defensa, los fiscales piden a los jueces que apliquen multas además de las penas de cárcel para quitarles el dinero de las donaciones.
Maly ha recaudado más de 16 mil 500 dólares a través de una página de donaciones de GiveSendGo, refiriéndose a sí mismo como un “prisionero de guerra del 6 de enero”.
Los fiscales pidieron al juez que lo multara por una cantidad acorde con su recaudación de fondos, y subrayaron que tenía un defensor público y no debía honorarios legales.
El juez se negó a imponer una multa, argumentando que si bien las actividades de recaudación de fondos de Maly resultan “indecorosas”, es poco probable que existan bases legales para recuperar el dinero.
Maly está encarcelado desde diciembre, cuando un jurado lo declaró culpable de los ocho cargos en su contra, que incluyen desorden público y agresión, así como resistencia u obstrucción de la labor policial mediante un arma peligrosa.