Rusia acusó al poderoso líder del grupo mercenario Wagner de montar un levantamiento armado cuando la creciente animosidad entre los campos rivales del Kremlin por la guerra en Ucrania se convirtió en un conflicto abierto.
El presidente Vladimir Putin está recibiendo actualizaciones las 24 horas del día de los funcionarios de seguridad sobre sus esfuerzos para contrarrestar “el intento de motín armado” por parte de Yevgeny Prigozhin, informó la agencia Tass este sábado por la mañana en Moscú, citando al portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
El enfrentamiento marcó la escalada más dramática en una larga disputa entre el líder mercenario y los líderes de Defensa de Rusia, que se convirtió en lo que es el mayor desafío a la autoridad de Putin desde que envió tropas a Ucrania hace 16 meses.
No hubo señales inmediatas de que los combatientes de Wagner se movilizaran para llevar a cabo la amenaza abierta de su comandante, aunque Prigozhin afirmó haber derribado un helicóptero que los desafió. Eso no se pudo confirmar.
Aun así, el Kremlin no quiere correr riesgos: Las autoridades reforzaron la seguridad en la capital, incluso alrededor de los edificios gubernamentales, y pusieron en alerta a la policía antidisturbios, informó la agencia.
Los reguladores también bloquearon el acceso al agregador de noticias de Google en las principales plataformas de Rusia, según NetBlocks, un grupo de monitoreo de Internet.
‘Todos los que quieran unirse, debemos terminar con este lío’
En Washington, el presidente Joe Biden fue informado sobre la situación, mientras que los dos principales miembros de la Inteligencia del Senado declararon estar “monitoreando de cerca lo que parece ser un conflicto interno significativo entre las fuerzas rusas”.
Las tensiones estallaron este viernes cuando el jefe mercenario publicó una serie de mensajes de audio en su canal de Telegram prometiendo “castigar” a los líderes militares de Rusia por lo que, según él, fue un ataque con misiles en una base de Wagner y las pérdidas de “decenas de miles” de tropas rusas.
Prigozhin acusó al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, de supervisar una operación para “destruir” a Wagner.
El Ministerio de Defensa negó las afirmaciones de Prigozhin. Los fiscales abrieron una investigación penal sobre el jefe mercenario bajo las leyes que prohíben el “levantamiento armado” y el Servicio Federal de Seguridad dijo que buscaba detenerlo y apeló a sus tropas a no obedecer sus “órdenes criminales”.
En un mensaje de audio publicado este sábado por la mañana, Prigozhin dijo que él y sus combatientes habían cruzado la frontera de regreso a Rusia y estaban ingresando a la ciudad sureña de Rostov-on-Don. Sin embargo, no hubo una confirmación independiente de sus afirmaciones.
“Somos 25 mil y vamos a averiguar por qué hay anarquía en el país”, dijo Prigozhin. “Todos los que quieran unirse a nosotros, debemos terminar con este lío”.
Aunque amenazó con destruir a “cualquiera que intente resistir”, Prigozhin aclaró que “esto no es un golpe militar. Esta es una marcha de la justicia”.
‘Este es el final de Wagner’
Durante mucho tiempo, Putin pareció tolerar los arrebatos de Prigozhin, y confió en sus tropas para luchar en partes clave del frente, pero su perfil irritó a los altos mandos militares, que regularmente buscaban socavarlo y dejarlo de lado.
Prigozhin, de 62 años, acusó durante meses a Shoigu y al Ministerio de Defensa de no apoyar adecuadamente a las fuerzas de Wagner que luchan en Ucrania, particularmente durante las batallas por la ciudad de Bakhmut, en el este de Ucrania. Prigozhin amenazó en mayo con retirar a sus tropas de la operación si no obtenían suministros, pero luego se retractó.
Si bien aún no es seguro si Prigozhin cumplirá con sus amenazas “la reacción de las autoridades es clara: están sofocando el motín”, consideró Tatyana Stanovaya, fundadora de R.Politik, una firma de consultoría política
“Desde mi punto de vista, este es el final de Wagner. El sistema no puede tolerar su actividad por más tiempo”, sentenció.
El principal organismo antiterrorista de Rusia exigió a Prigozhin que detuviera las acciones ilegales, dijo Tass. Dos altos generales que en el pasado habían trabajado en estrecha colaboración con Wagner apelaron públicamente a los combatientes del grupo para que ignoraran los llamamientos de Prigozhin. La red social más grande del país bloqueó el acceso a al menos uno de sus mensajes de audio en su plataforma siguiendo órdenes de los reguladores.
El principal canal de televisión estatal mostró una rara actualización de noticias especiales a altas horas de la noche, relatando los cargos oficiales contra Prigozhin y desestimando sus acusaciones.