El exalguacil del condado Maricopa Joe Arpaio (1993-2017), reconocido por ser una voz antinmigrante en Arizona, informó este jueves que presentó una demanda civil por difamación en contra del excanciller y aspirante presidencial mexicano Marcelo Ebrard.
La querella legal fue presentada ante una corte del condado de Palm Beach (Florida), informó Arpaio en un comunicado de prensa.
El año pasado, Arpaio solicitó una disculpa pública por parte de Ebrard, quien fue canciller de México de diciembre de 2018 a junio de 2023 y aspira a la candidatura presidencial del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), por decir que el exalguacil facilitó el asesinato de migrantes y fue responsable del contrabando de armas desde Estados Unidos a territorio mexicano.
De acuerdo con la demanda, el 5 de octubre de 2022, en una sesión en el Senado mexicano, Ebrard dijo a los legisladores que Arpaio “promovió el asesinato de migrantes”, en relación con el tráfico de mil 482 armas de fuego desde Arizona hacia México.
“Mi cliente ha sido un distinguido servidor público por décadas, sirviendo no solo como alguacil del condado Maricopa en Arizona por más de 25 años, sino que también desempeñó otros altos cargos dentro de la DEA (Agencia Antidrogas Estadounidense)”, dijo Larry Klayman, fundador de Judicial Watch y Freedom Watch y abogado de Arpaio.
El abogado argumentó que las declaraciones de Ebrard no solo dañan la reputación del exalguacil, sino que también ponen en peligro su vida.
Klayman asegura que Arpaio ya ha recibido varias amenazas de muerte debido a las declaraciones del político mexicano.
Explicó que se optó por la demanda, ya que la petición de una disculpa pública fue ignorada por funcionarios mexicanos.
También se quejó porque Arpaio no encontró apoyo de la Administración del presidente Joe Biden cuando le pidió al asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, que le ayudara a limpiar su nombre.
El exalguacil también pidió asistencia de la senadora por Arizona, Krysten Sinema, que no respondió a su solicitud.
Arpaio, conocido popularmente como “el alguacil más duro del oeste”, fue derrotado en las urnas en 2016 después de haber sido declarado culpable por un juez federal de prácticas de perfil racial en contra de conductores hispanos.
Fue conocido a nivel nacional e internacional por sus continuos operativos en las calles y sitios de trabajo para arrestar a inmigrantes indocumentados y vestirlos de color rosa.