La nueva junta militar de Níger pidió ayuda al grupo mercenario ruso Wagner mientras se acerca la fecha límite para liberar al presidente derrocado o enfrentar una posible intervención militar del bloque regional de África Occidental, señaló un analista.
El pedido se produjo durante la visita de uno de los cabecillas del golpe, el general Salifou Mody, a la vecina Mali, donde contactó con alguien de Wagner, dijo Wassim Nasr, un reportero e investigador del Centro Soufan a The Associated Press. Tres fuentes malienses y un diplomático francés confirmaron el encuentro, que fue reportado primero por France 24, añadió.
“Necesitan (a Wagner) porque se convertirá en su garantía para mantener el poder”, explicó agregando que el grupo está considerando la petición. Un oficial militar occidental, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a realizar comentarios, dijo a la AP que también había oído los reportes acerca del pedido realizado por la junta nigerina al Grupo Wagner en Mali.
El plazo dado por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) a la junta nigerina para la liberación y restitución del presidente elegido democráticamente, Mohamed Bazoum, en su cargo expira el domingo. El mandatario se ha descrito como un rehén.
Los jefes de defensa de la CEDEAO ultimaron el viernes el plan de intervención e instaron a los ejércitos a preparar sus recursos luego de que el equipo de mediación enviado a Níger en la víspera no pudo entrar a la capital, Niamey, ni reunirse con el líder de la junta, el general Abdourahmane Tchiani.
Tras su visita a Mali, gobernado por una junta simpatizante, Mody advirtió en contra de la intervención militar y prometió que el país hará todo lo necesario para no convertirse en “una nueva Libia”, según reportó la televisora estatal el viernes.
Níger estaba considerado el último socio fiable de Occidente en la lucha contra el terrorismo en una región donde los golpes de Estado han proliferado en los últimos años. Las juntas militares han renegado de Francia, su antigua colonia, y se han acercado a Rusia. Wagner opera en varios países africanos, incluyendo Mali, donde grupos de derechos humanos han acusado a sus fuerzas de cometer abusos.
Aunque no se puede decir que Moscú haya estado implicado directamente en el alzamiento en Níger, “claramente, hay una actitud oportunista por parte de Rusia, que intenta apoyar los esfuerzos de desestabilización allí donde los encuentra”, afirmó el viernes la vocera el Ministerio de Exteriores francés, Anne-Claire Legendre, a la radio BFM. Días después del golpe, los residentes ondearon banderas rusas en las calles.
La portavoz describió al Grupo Wagner como una “receta para el caos”.
Algunos residentes rechazaron las afirmaciones de la junta.
“Es todo una farsa”, dijo Amad Hassane Boubacar, profesor de la Universidad de Niamey. “Se oponen a la intervención extranjera para restaurar el orden constitucional y la legalidad. Pero, por el contrario, están dispuestos a pactar con Wagner y Rusia para socavar el orden constitucional (...) Están dispuestos a que el país arda en llamas para poder mantener ilegalmente su posición”.
La ministra francesa de Exteriores, Catherine Colonna, dijo el sábado que la amenaza regional de recurrir a la fuerza era creíble y advirtió a los golpistas que se la tomen en serio: “Los golpes de Estado ya no son apropiados (...) Es hora de ponerles fin”, afirmó.
Su ministerio declaró que Francia apoya “con firmeza y determinación” los esfuerzos de la CEDEAO para frenar a la junta y pidió la liberación de Bazoum y de todos los miembros de su gobierno.
Los líderes militares de Níger han seguido el ejemplo marcado por Mali y la vecina Burkina Faso, gobernada también por una junta, pero está actuando más rápido para consolidar el poder, indicó Nasr. “(Tchiani) eligió su camino, así que va a por todas sin perder el tiempo porque hay una movilización internacional”, dijo.
Está por ver cómo reaccionará la comunidad internacional si el Grupo Wagner toma parte en el conflicto, agregó.
En Níger, donde Estados Unidos y otros socios han invertido cientos de millones de dólares en asistencia militar para combatir la creciente amenaza yihadista en la región, hay mucho en juego. Francia tiene un contingente de mil 500 soldados en el país, aunque los líderes del golpe dijeron que han suspendido los acuerdos de seguridad con París, y Washington tiene mil 100 soldados.
No está claro cómo sería la intervención militar extranjera ni cuándo comenzaría. La junta militar pidió a la población que esté alerta ante posibles espías y grupos de defensa autoorganizados se movilizaron por las noches para controlar los autos y patrullar la capital.