El diputado búlgaro Vezhdi Rashidov ha dimitido hoy de su cargo como presidente de la Comisión de Cultura del Parlamento tras haber llamado “p*tas” a las mujeres durante un debate Parlamentario convocado de urgencia para aumentar las penas contra las agresiones machistas.
”Todas las p*tas se despertaron para recordar después de 15 años que fueron violadas, como con aquel director estadounidense al que enloquecieron así”, dijo Rashidov durante una pausa de la sesión, sin darse cuenta de que su micrófono estaba abierto, en una aparente referencia a Harvey Weinstein, el productor de Hollywood cuyos abusos sexuales despertaron el movimiento reivindicativo del Me Too, y que fue condenado en EE. UU. a 36 años de prisión.
Rashidov es el diputado de más edad en el Parlamento, fue ministro de Cultura dos veces, (2009-2013 y 2014-2017), ha sido elegido diputado en siete ocasiones y es un escultor muy conocido.
Su partido, el populista GERB, le exigió que se disculpara y que dimitiera como presidente de la Comisión de Cultura, aunque Rashidov seguirá ocupando su escaño.
El GERB forma parte del Gobierno búlgaro junto con el partido europeísta Continuamos con el Cambio-Bulgaria Democrática.
El Parlamento búlgaro ha interrumpido hoy su pausa veraniega para debatir de urgencia cambios en el Código Penal después de que un hombre acusado de haber agredido brutalmente a su exnovia fuera puesto en libertad tras considerar el juez que la vida de la víctima no corría peligro y que las lesiones fueron leves.
El agresor causó a su víctima, de 18 años, 21 cortes profundos con un bisturí en los pechos y en otras zonas del cuerpo, además de fracturas en la nariz y mandíbula, en un ataque que la dejó con una conmoción cerebral y hematomas.
Su puesta en libertad desató fuertes protestas en Sofía y otras ciudades búlgaras el pasado lunes, destapando una crisis de violencia machista en el país más pobre de la Unión Europea (UE), uno de los seis de este grupo que aún no ha ratificado el Convenio de Estambul, un tratado internacional contra la violencia hacia las mujeres y niñas.
Según un documento del Ministerio de Política Social búlgaro, aún sin publicar y al que tuvo acceso EFE, en 2022 se registraron 736 casos identificados de violencia doméstica.
Una gran mayoría de esos casos —542— fueron agresiones contra niños, mientras que las víctimas fueron mujeres 188 veces, 10 fueron personas con discapacidad y 6 fueron varones adultos.
Sin embargo, se estima que las cifras son muy superiores, pues Bulgaria carece de estadísticas oficiales sobre el número de las denuncias presentadas por violencia machista o doméstica.